Luciana Bibbó es graduada de la Licenciatura en Psicología por la Universidad de la República (Udelar), estudiante de la Licenciatura de Musicoterapia (Centro de Docencia, Investigación e Información del Aprendizaje), maestranda en Enseñanza Universitaria en la Comisión Sectorial de Enseñanza y también es música. Andrés Granese es graduado de la Licenciatura en Psicología (Udelar) y máster en Psicología Social, y su investigación versó sobre La invención en los Maestros Comunitarios.
Esta dupla de psicólogos es docente en el Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología, de la Facultad de Psicología (Udelar), y trabaja en el programa Fundamentos históricos y políticos de las prácticas en Psicología, donde se estudian “las dimensiones históricas y políticas que fundamentan y se expresan en los discursos, dispositivos, estrategias, tecnologías y sujetos implicados en las prácticas en el campo de la psicología”. Sobre sus objetivos y maneras de trabajar cuentan en la entrevista.
El motivo por el cual decidieron estudiar Psicología surge a partir de intereses y experiencias particulares. En el caso de Andrés, se debió al cruce de dos materias del liceo: filosofía y literatura, que le permitieron conocer aspectos de la psicología y profundizar en la manera en que esta cruza, en su esencia, estas dos dimensiones de la creatividad: literaria y filosófica. Andrés cuenta que las cosas que le hacen continuar su desarrollo en el mundo tan amplio de la psicología fueron, entre otros aspectos, la amistad, el disfrute y el compartir espacios que dan mucha vitalidad.
Por su parte, Luciana explica que estudió Psicología motivada por su intención de encontrar un lugar donde se diera un cruce entre la música y la salud. La música y su salud iban de la mano, y ese sentir individual hizo que Luciana entendiera que lo mismo les debería suceder a otras personas. Este vínculo la llevo a la psicología, pero como “pariente” de lo que realmente buscaba: lo que posteriormente estudió bajo el nombre Musicoterapia no existía en aquel entonces en Uruguay. La psicología, entonces, excede en ella la institución, la cual “conforma el eje vertebrador y organizador de esa elección”, sostiene.
Esta breve aproximación a los intereses del dual psicológico que nos acompañó en esta oportunidad permitió aventurar que el arte mantiene un estrecho lazo con la psicología desde su perspectiva. Según consideran, este vínculo “podría tener que ver con la composición, con los materiales que aparecen, con los deseos, con lo creativo…”. Entienden que “hay algo de lo que no podemos dar cuenta hasta que va aconteciendo”. Esto se explica dado que en su manera de trabajar “el plan siempre falla”, por ejemplo el plan de encontrar la otredad en uno mismo. Es así que la fuerza artística compone su modo de vivir la psicología desde varios aspectos: tanto en lo que refiere a la formación como a la enseñanza. Luciana y Andrés se encontraron bajo una manera común de entender los tres ejes vertebradores de la producción de conocimiento en la Universidad, extensión, docencia e investigación. En esta sesión del jueves 8 de diciembre se centran en explicar un momento específico de la producción de conocimiento: “el instante de alteridad profunda en uno mismo, que nos conecta con la imposibilidad de pensar”, porque entienden que es allí cuando “se desata un proceso de búsqueda que nos conduce hacia lo impensado y lo novedoso”.
Luciana y Andrés explican el surgimiento del programa en el que trabajan, su desarrollo y su metodología de cara a la labor de investigación, la cual no puede pensarse de manera aislada a la docencia ni a la extensión. Ambos coinciden en la importancia de pensar la investigación y los espacios formativos con los estudiantes a partir de la intervención. Como adelanto de la explicación que dan sobre este concepto cabe decir que estos jóvenes psicólogos no dan cursos basados únicamente en contenidos, tampoco buscan la lectura de una realidad para representarla. Por el contrario, consideran que hay composición, así proponen una intervención permanente de manera tal que “cale” en el otro. Así, entienden la intervención, propia de la Psicología, como un factor intrínseco a la investigación.
A esta manera de hacer psicología subyace la idea de que “solamente va a pasar algo si eso tiene sentido y logra conectar con el otro”, en este conectar con el otro radica la fortaleza de su trabajo con la sociedad.
Algunas de sus experiencias concretas de trabajo están enmarcadas en la labor de extensión, por ejemplo, la desarrollada en Punta de Rieles a partir del vínculo institucional con la escuela de este barrio. Allí, “el devenir de ciertas actividades e intervenciones se fue dando a partir del vínculo y el contacto con el entorno”, explica Andrés.
Otra de estas experiencias está asociada a un convenio de la Facultad de Psicología con el Ministerio de Desarrollo Social llamado Centro de Referencia Amigable, un servicio de atención psicológica a consultas sobre género e identidad sexual. A partir de esta temática, en esta ocasión trabajaron en música sobre la base de un dispositivo grupal. El encuentro fue lo que produjo todo: “en este modo de plantear las cosas las fronteras se diluyen, no solo entre las funciones universitarias sino entre el estudiante y el docente”, entiende Luciana.
Con estas prácticas no pretenden la universalización y estandarización, “que conducen a la reproducción y replicación”; buscan “lo singular, irrepetible e incluso intrasmisible por momentos”.
Pero para saber más de su trabajo y metodología, y para que te transmitan entender lo intransmisible, te invitamos a escuchar la nota.
Texto: (H)ablando ciencia
[mixcloud https://www.mixcloud.com/radiopedaluy/luciana-bibb%C3%B3-y-andr%C3%A9s-granese-psicolog%C3%ADa_hc_08-12-2016/ width=100% height=120 hide_cover=1 light=1]