
¿Con qué frecuencia chequeás el correo electrónico? ¿Cuántos mails mandás y recibís por día? En casa, en el trabajo, en el bondi o mientras esperás tu turno en la panadería, mandás o recibís por mail información, datos, fotos. Hoy es difícil imaginarnos sin esa herramienta de comunicación, pero ¿te preguntaste cómo llegó el mail a este rincón del mundo?
Prendemos el micrófono de (H)ablando ciencia para poder conocer una historia tan fundamental como singular en el desarrollo de las comunicaciones en nuestro país con la voz de uno de los protagonistas de estos acontecimientos: el ingeniero en computación Juan José Cabezas.
Nuestro invitado fue estudiante de la Facultad de Ingeniería a fines de la década del sesenta y continuó sus estudios de grado y de maestría en la Universidad de Gotemburgo, Suecia. A su regreso a Uruguay, desde 1986 hasta 1993 fue profesor agregado del Departamento de Programación del Instituto de Computación (InCo) de la Facultad de Ingeniería y director de este departamento. Integró y lideró el grupo que instaló y puso en funcionamiento el nodo experimental uruguayo inco.uy en la red de comunicación mundialUnix-to-Unix Copy (UUCP) .
Su aporte al desarrollo del InCo, el impulso a la formación y consolidación del área de informática en el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas, el apoyo a la investigación y su preocupación por rescatar la historia de la informática en Uruguay fueron los principales motivos por los que en 2015 recibió el título de Profesor Emérito de la Facultad de Ingeniería.
El periplo que nos propone Juanjo para conocer la llegada del mail a Uruguay está cargado de anécdotas, datos, personajes y circunstancias sociales que solo quien lo vivió desde adentro es capaz de transmitir con tanta pasión y fidelidad. Y este recorrido comienza con el “antepasado del InCo, el Centro de Computación de la Udelar (CECUR)” en la década del 60, cuando el emérito profesor era un estudiante de la Facultad de Ingeniería y sus sueños y proyectos estaban más cercanos a la revolución y la lucha social que a la docencia.
La compra de la primera computadora, “una IBM-360 que ocupaba una sala enorme, una especie de ropero en el quinto piso”, la creación de la primera carrera universitaria en Computación y los proyectos que se llevaron adelante desde CECUR forman parte de algunos detalles que nuestro invitado deja sobre la mesa para describir cuáles fueron los cimientos que permitieron la edificación de la computación en nuestro país.
Ya rondando la década del 80, los detalles se endulzan con su visión del mundo en aquel entonces, masterizada con su visión actual. Juanjo explica en detalle por qué el período de la vuelta a la democracia hasta mediados de los 90 fue considerado fermental y de refundación del Inco, y detalla la coyuntura que hizo de los estudiantes de Computación un grupo muy singular. Frases como “pocas veces en la vida uno puede ver un movimiento que casi nadie puede controlar y que se mueve”, o “muchos soñaron y no les funcionó, pero este grupo de estudiantes soñó y concretó” son perlitas que Juanjo va dejando a lo largo de la entrevista y que son determinantes para conocer el contexto en que surge el mail, y los motivos que determinaron su llegada. Alguna vez te preguntaste, ¿para qué se necesitó verdaderamente poder mandar ese primer mail?
Este proceso, que fue una utopía hecha realidad, según Juanjo, forma parte nuestra historia, y se hilvana necesariamente con nuestro presente. Y conocerlo aporta, desde ya, poder pensar en el futuro, que, según nuestro invitado “va a estar entretenido”.
La invitación a escuchar a Juan José Cabezas está hecha.
Texto: (H)ablando ciencia
Fotografía: “Juanjo estudiando en 1968” de Gastón Gonnet