No podemos negar que acudir al diccionario nos permite saber sobre muchas aspectos de las palabras, entre ellos, su significado, o múltiples significados. Aun más, en ocasiones, esta herramienta nos puede aportar mucha información por la negativa, es decir que la ausencia de una determinada acepción puede constituir un dato meridiano.
Sin embargo, como sabemos que un diccionario no es reflejo fiel de nuestro conocimiento del mundo, en muchos casos también sucede que debemos ir a buscar respuestas sobre las construcciones de significados en otras realidades. Y esto puede generar conflicto. ¿Por qué?, ¿qué es conflicto?
El tan visitado Diccionario de la lengua española recoge principalmente acepciones de connotación negativa sobre este término: “Combate, lucha, pelea”; “enfrentamiento armado”; “apuro, situación desgraciada y de difícil salida”; “problema, cuestión, materia de discusión”, y localiza el conflicto colectivo en el ámbito de las relaciones laborales como el enfrentamiento de los trabajadores con los empresarios mediante los representantes de aquellos.
Hasta aquí, un hablante común podría estar más o menos de acuerdo con estas definiciones. Pero aquellos que creen que el diccionario da cuenta de nuestra realidad deberían reparar en la ausencia, por ejemplo, de conflicto social. Quizás esta ausencia refleje que en realidad el conflicto social no existe…
En esta oportunidad, preferimos abordar las minucias que engloban los conflictos de este término con una idónea en la materia, la licenciada en Desarrollo Social (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República) Maira Mandressi, quien presenta el conflicto como una clave para entender el desarrollo y el cambio social.
En su tesis, “Territorio(s) y sujetos. Pensando el desarrollo en clave de diferencia y conflicto”, Maira se encarga de repensar algunos de los conceptos constitutivos de nuestra realidad: conflicto, diferencia, territorio y desarrollo.
Pero su ejercicio teórico también surge por la negativa: a partir de su interés en abordar “el conflicto distributivo de un proceso de desarrollo en una localidad bajo el enfoque de desarrollo local”, se encontró con una dificultad para unir estos dos aspectos: el conflicto distributivo, que se genera entre dos agentes sociales sobre el uso y control de los recursos sociales, políticos y económicos, y el enfoque de desarrollo local. Pero no encontró una referencia que le permitiera trabajar estas dos cuestiones en conjunto. Por este motivo, su propuesta radica en repensar estas nociones y redefinir el conflicto social como elemento clave para la dinámica del cambio social.
Los invitamos a escuchar la entrevista a la licenciada en Desarrollo Maira Mandressi para conocer lo que subyace a estas nociones tan naturalizadas y complejas, para acercarnos a ejemplos concretos de conflictos sociales y territorios, así como para atender las distintas concepciones de desarrollo y, ¿por qué no?, para hacer el ejercicio de pensar en conjunto, algo que también es clave para lograr un cambio social.
Texto: (H)ablando ciencia