Existen “asteroides potencialmente peligrosos” para el planeta Tierra, y por ello se creó el programa Guardianes del espacio. El astrónomo Gonzalo Tancredi, integrante de este programa, cuenta, entre otras cosas, de qué se trata.
Gonzalo Tancredi es licenciado en Astronomía por la Facultad de Humanidades y Ciencias (Universidad de la República —Udelar—) (1989) y en 1993 obtuvo su doctorado en Astronomía en la Universidad de Uppsala, Suecia. Es profesor titular del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias de la Udelar y vicepresidente, y a partir del 2018 presidente, de la División de Sistemas Planetarios y Bioastronomía de la Unión Astronómica Internacional.
Sus áreas de interés son las Ciencias Planetarias, con énfasis en aspectos físicos y dinámicos de cuerpos menores del Sistema Solar: asteroides, cometas y meteoros, y los procesos de craterización asociados a estos objetos.
En la charla en (H)ablando Ciencia, Gonzalo define los cuerpos menores como “remanentes del proceso de formación del sistema solar”, y explica que el estudio de estos objetos tiene un doble interés. Por un lado, el hecho de ser objetos que han permanecido muy estables en el correr de 4.600 millones de años, su estudio permite conocer las condiciones más primigenias del Sistema Solar. Por otro, “estos objetos significan un riesgo potencial para la Tierra”, explica Tancredi, ya que existe la posibilidad de que impacten contra el planeta.
La presencia de agua en el universo es otro de los temas que Gonzalo aborda en la entrevista. Asegura que es más sencilla la explicación de la presencia de agua en estos objetos que en la Tierra; quizás “deberíamos preguntarnos por qué hay agua en nuestro plantea”. A propósito, recordamos una de las dos charlas públicas y abiertas del Congreso Internacional Asteroides, cometas, meteoros, que tuvo lugar en abril de este año, cuyo tema fue “El origen de los océanos en la Tierra”.
Nuestro astrónomo invitado cuenta cuáles fueron los orígenes y los hechos que motivaron la creación del programa Guardianes del espacio. Entre ellos, en 1994, a un año de su descubrimiento, el cometa Shoemaker-Levy 9 colisionó contra Júpiter. “Esto significó una gran alerta mundial, ya que pudimos constatar que los impactos de objetos grandes contra planetas estaban ocurriendo”, explica Tancredi. A propósito, y en aquel momento, comienza su interés por estudiar los asteroides y cometas.
Existen más de 1.000 asteroides de más de un kilómetro de diámetro que, si bien se originaron en el cinturón de asteroides, entre las órbitas de Marte y de Júpiter, se escaparon y “hoy en día alguno de ellos cruza la órbita terrestre”. Estos objetos, llamados “asteroides potencialmente peligrosos”, son los que el programa estudia.
La Conferencia de defensa planetaria, organizada por la Academia Internacional de Astronautas, que se llevó a cabo del 15 al 19 de mayo en Japón, tiene por objetivo el estudio de posibles impactos de asteroides en la Tierra y el análisis del eventual impacto desde diversas perspectivas: “Desde lo que refiere a su descubrimiento y a su caracterización, hasta las acciones que se deberían tomar para poder mitigar las consecuencias que pudieran significar el impacto”. Al propósito, para ver qué acciones tomar, se hace como ejercicio un simulacro.
Para saber más acerca de los asteroides, de las consecuencias de un posible impacto, de cómo se trabaja ante esta posibilidad, de qué información proporcionan estas pequeñas rocas del espacio a los efectos de conocer el origen de nuestro sistema planetario, así como para conocer las anécdotas que orbitan la labor de este científico, los invitamos a escuchar la entrevista al astrónomo Gonzalo Tancredi.
Texto: (H)ablando ciencia