Varias de las canciones de este disco nacen a fines de los 90, cuando junto a su ex pareja -Nicolás Rodríguez- se dedica a escribir y grabar estas creaciones en casete.
Confiesa que se vinculó al colectivo Ezquizodelia porque era fanática de las bandas que participaban allí. Fabricio Rossi la ayudó mucho en la edición de su disco, incluso como músico colaborador, ella lo siente como su “profesor”.
Su concepción estética es radical, cree que cualquiera debería poder hacer música sin demasiado virtuosismo, así se posiciona y dedica este disco a todos los mutantes de la música.
Sus letras emulan historias verídicas, bastante autobiográficas. Manifiesta que fue escribiendo sobre las vivencias con muchas personas que le fueron importantes y las recuerda con melancolía, aunque siempre destacando las experiencias divertidas.
Les recomendamos escuchar esta nota y si quieren oír su disco pueden descargarlo desde el sitio feeldeagua.net o disfrutarlo online a través de Bandcamp.