En junio de 2014, miembros de Radio Vilardevoz fueron a México a un encuentro con sus pares de Radio Abierta, una experiencia de “radio loca” similar, pero en el DF mexicano.
El viaje, la preparación, la experiencia y otras cosas son retratadas cuatro años después en el documental Locura al aire, realizado por Leticia Cuba y Alicia Cano. Los protagonistas del viaje, usuarios del hospital Vilardebó y miembros de su radio, muestran cómo se prepararon para partir a México.
¿Qué podemos ver en Locura al aire? El trabajo interno, la convivencia del colectivo de Radio Vilardevoz, su enfrentamiento a la aventura de emprender un viaje juntos. A través del documental, se pueden visualizar, casi vivir en primera persona, las etapas de preparación, con todo lo que eso implica.
Este trabajo es novedoso, hasta para los que conocen Radio Vilardevoz, porque muestra facetas que van más allá de su programación de los sábados. El patio del hospital, las reuniones con el equipo de la radio, las diferentes dinámicas internas que le dan vida a este proyecto convierten el documental en algo cercano y emotivo, en una historia de vida, en la motivación de hacer y ser de forma colectiva.
Vilardevoz es otra cosa dentro de ese hospital. Son las canciones de Diego, que hablan de escaparse del manicomio, los acrósticos de Analía, el amor entre Olga y Manuel, las intervenciones de Gustavo, el simulacro de un vuelo en avión y la peluquería de Carolina.
Este proceso es a pura emoción. Eso es lo que transmiten. Porque muestra lo cotidiano de una realidad desconocida, deformada por demasiados estigmas, más aún si hablamos de salud mental.
Ser usuario de un psiquiátrico supone otra vida, pero también implica desear y luchar por diferentes objetivos. Eso se ve, se percibe. Eso es Vilardevoz.
El documental es una mezcla de alegría y congoja, de emoción y abatimiento, que no deja indiferente y que obliga a preguntarse muchas cosas. Obliga a poner en cuestión todo un sistema que criminaliza, que estigmatiza, que condena al diferente, que no es tal, en esa modalidad que es el leitmotiv en Vilardevoz: los locos están afuera.
Además, recarga de energía, de esperanza, de fuerza para ver que más allá de una sociedad cruel que margina y enferma existen otras formas de vivir y otras maneras de sentir y de construir un mundo diferente.
Empezaron con una radio que es sostén, que es una forma de vida, de comunicar y de emprender un viaje que merece ser contado y sentido. Esa es la razón de ser de Locura al aire, el reflejo de un grupo de gente que no pide autorización para pensar, para hablar, para existir. Es reflejo del hacer, del jugársela, del despegar y del aterrizar cuando quieran, donde quieran, sin permiso.
Texto: Ema Zelikovitch y José Luis Rodríguez.
Fotos: Valeria Amaro
El documental Locura al aire se estrena mañana 19 de abril en las salas comerciales. Podés ver el tráiler aquí:
Sin permiso para aterrizar
En junio de 2014, miembros de Radio Vilardevoz fueron a México a un encuentro con sus pares de Radio Abierta, una experiencia de “radio loca” similar, pero