Movilización de la Coordinadora Popular y Solidaria: “Por trabajo, pan y techo, ¡las ollas decimos basta!”

En la tarde del 17 de agosto se realizó una concentración en la plaza Independencia organizada por la Coordinadora Popular y Solidaria “Ollas por vida digna”. Cientos de personas llegaron de distintas partes de Montevideo donde se llevan adelante iniciativas de ollas populares, coparon la plaza y cocinaron seis ollas de guiso para compartir entre todas y todos los presentes. Compartimos a continuación la proclama leída en la actividad:

” QUERIDOS VECINOS Y VECINAS
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS

El 9 de agosto del año pasado nacía desde el corazón de los barrios un nuevo movimiento popular: La Coordinadora Popular y Solidaria. Ollas por vida digna.
Al comienzo de la pandemia y sabiendo que en las crisis quienes más sufren son los que menos tienen, surgieron cientos de ollas populares llevadas adelante por vecinas, vecinos y organizaciones sociales.
La pandemia y sus consecuencias económicas y sociales pegan, y pegan duro. En mayo de 2020 Economistas de la Universidad de la República auguraban que si el estado no intervenía cien mil personas caerían por debajo de la línea de pobreza.

Quienes sostenemos hace una año y medio las ollas sabemos que el gobierno está ausente, que no destinó los recursos necesarios para evitar el descalabro económico de miles de familias. El gobierno no hizo lo necesario para asegurar la alimentación de todas y todos. En este año y medio aumentó el desempleo, hoy hay más de 60 mil nuevos desocupados, los salarios se ajustaron a la baja, las tarifas aumentaron y aumentaron de manera escandalosa los productos básicos de la canasta familiar. Arrancamos el año 2021 efectivamente con 100 mil personas más bajo la línea de la pobreza de las que 27 mil son niñas y niños.

En ese marco cientos de iniciativas solidarias surgieron desde los barrios con la misión impostergable de que la gente no pasara hambre. Parece mentira pero estamos diciendo, hambre. La intuición y el saber que nacen de la tarea solidaria formaron redes y desde ahí las distintas realidades de los barrios hicieron causa común. La Coordinadora Popular y Solidaria, Ollas por Vida Digna (CPS) nace en aquel primer encuentro en FUCVAM como un movimiento popular horizontal y solidario. Donde el poder lo tenemos todos y todas, donde la autonomía de nuestra organización nos garantiza tomar las decisiones que nuestros ideales y principios nos dicten, evitando cualquier intromisión de intereses externos. La participación de todas para dar legitimidad a las resoluciones, procurar los insumos para que las Ollas sigan adelante y promover una reflexión crítica sobre la realidad económica, social y política. Todo ello sin renunciar a un profundo sentido crítico y político de la realidad. Quienes formamos parte de las ollas populares trabajamos día a día para tener una sociedad con derechos plenos, igualdad y justicia social, caminando junto a todo el movimiento popular del que formamos parte. No estamos solos y las causas de muchos son nuestras también.

Al día de hoy sabemos que más de 200.000 mil personas se encuentran en inseguridad alimentaria en Uruguay y son más y 320 mil son las personas en situación de vulnerabilidad social. Semanalmente las ollas de la Coordinadora que se encuentran organizadas en 17 redes y/o coordinadoras sirven 150.000 mil porciones de comida en ollas y merenderos.
Pero en este mismo momento donde hay cientos de personas haciendo cola para comer, los mercaderes del hambre que administran los fondos cedidos por un Estado ausente en los problemas de fondo, hacen sus cuentas. Se vuelcan importantes recursos públicos para que una organización sin la más mínima idoneidad técnica le dijera a miles de personas lo que tenían que comer, tratando de resolver la emergencia alimentaria como si fuese el catering para un cumpleaños de quince. Nada nuevo para un gobierno al que le resulta problemático que los niños y niñas repitan el almuerzo en la escuela y que terceriza y se desentiende de la alimentación de la gente.

Exigimos que se termine con el negocio del hambre, denunciamos la tercerización de los recursos a una organización privada con grandes perjuicios para las Ollas Populares y sus usuarios. Las Ollas no pueden ser una política pública, la precariedad no puede ser solución a la crisis, mucho menos privatizar, tercerizar y desmantelar el estado. De una vez por todas el Estado se tiene que hacer cargo.

En este país que exporta comida, donde se festejan las tremendas ganancias que da la exportación de carne, no puede haber una sola persona pasando hambre. El eslogan que utiliza el gobierno es juntos podemos, y la pregunta que nosotros le hacemos es ¿que aportan lo que mas tienen y acumulan en nuestra sociedad, los que depositaron en el exterior miles de millones de dólares?¿que pasa con la desigualdad? Quienes cocinamos en las ollas populares sabemos muy bien la cara que tiene la desigualdad, quienes son los que están pagando el precio de la crisis y el ajuste. Es cara de niño y niña, de mujer, de desempleado, de trabajador precarizado, de familias enteras que tienen que elegir entre pagar las tarifas y comer con dignidad. Este país no es un país pobre, es un país desigual. La brecha entre los ricos y pobres es cada vez más ancha. El 1% de los que más tienen acumula el 20% de las riquezas y detenta más del 50% de los recursos financieros.

La Coordinadora de ollas no se resigna y trabaja día a día para construir un movimiento popular solidario que mire más allá de la alimentación. Por esto en este año de rendición de cuentas no podemos dejar de exigir presupuesto para crear políticas públicas que atiendan la alimentación, la vivienda y la educación. Pero por sobre todo exigimos al gobierno trabajo para garantizar que todas las personas tengan un techo donde comer y vivir dignamente. TRABAJO, PAN Y TECHO.

Si hay una palabra para definir lo construido en este año y medio por las ollas populares es emoción. Emoción de acompañarnos, de abrazarnos, de compartir la comida, pero también emoción que es enojo e impotencia cuando doscientas porciones no alcanzan y todavía hay gente en la fila. Cuando ves personas haciendo cola bajo la lluvia por un plato de comida. Las ollas son el pueblo acompañando al pueblo, no somos la solución ni políticas públicas, la solución es que las personas coman en sus casas.

Por TRABAJO, PAN y TECHO hoy las ollas juntas decimos basta!
Basta de hambre!
Basta de desigualdad!
Basta de negociar con la necesidad de la gente!
Las Ollas Populares estamos presentes sigamos juntas y juntos construyendo comunidades solidarias.
VIVA LA COORDINADORA POPULAR Y SOLIDARIA!!

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