María Eugenia está leyendo recostada en una silla, el micrófono apostado en una mesita. Su poema habla de una relación casual pero intensa, contada en ese papelito que nos está compartiendo en esta tarde de sábado. Uno de esos versos describe cómo “explotan globos”. Porque en esta plaza también hay globos, violetas y negros, adornados con cintas, atados a los árboles. El lugar es una cuña en medio de los adoquines del barrio Jacinto Vera que hoy acoge la primera jornada de la Feria del Libro Independiente.
Los stands de cada editorial están dispuestos en semicírculo frente al lugar donde se lee poesía y donde más tarde va a haber música en vivo. Algunas de las editoriales que pueden encontrarse son Bibliobarrio, un proyecto que se basa en una biblioteca popular y que además edita libros artesanales en forma independiente; Casa Editorial HUM y Ediciones de la Banda Oriental. En otra mesa podemos encontrar a Germán, que es el responsable del proyecto visual Casa de Balneario, del que podemos encontrar carteles por diferentes calles de Montevideo con una tónica irónica y de crítica social.
Alrededor de los puestos hay gente sentada en ronda compartiendo mate o cerveza, hay niños y niñas que corren por la plaza y madres que acunan a sus bebés mientras conversan sobre literatura. Aunque este mes de noviembre está teniendo coletazos invernales, la primavera se asomó en esta jornada. Infaltable el puesto que vende tortafritas y agua caliente, más la posibilidad de ganar un postre con una colaboración de veinte pesos. Ropa, comida y hasta hojillas “de diseño” estampadas con los nombres de Benedetti y Fernando Pessoa, elementos que contribuyen a esta movida barrial. Se comparte, se labura y se convive en un espacio que escapa de la rutina. Se encuentran textos de nuevos autores, de gente que quiere escribir y que ha encontrado en estas editoriales una posibilidad de comunicarse.
¿Y acá qué hay para leer? Libros de filosofía, anarquismo, poesía, fútbol, fanzines, discos y casetes independientes, teatro, política, prosa, historia y hasta un texto que ironiza a Kundera titulado El insoportable sobrepeso del ser. Si bien hay ediciones más clásicas, destacan los libros artesanales, con papel reciclado, pintados a mano y con collages en las tapas.
Ediciones artesanales, de autor, con otra vuelta de rosca. En este caso, acercando los libros al barrio, a la gente. Libros que muchas veces son ostentados en escaparates, alejados de demasiados bolsillos, ajenos al público…, pero que acá están con la gente, con los niños, con los que leen sus poemas en la calle, con los que se arremangan cocinando pa llevar un mango a la casa. Ese valor extra que se basa sencillamente en la gente haciendo cosas, juntándose, compartiendo. En esta plaza de Jacinto Vera. Con murga ensayando en una esquina, con la primavera a los tumbos, con un buen par de libros para descubrir, que nos estamos llevando para casa.
Texto: Ema Zelikovitch y José Luis Rodríguez
Fotografías: Valeria Amaro
Los libros con la gente
María Eugenia está leyendo recostada en una silla, el micrófono apostado en una mesita. Su poema habla de una relación casual pero intensa, contada en