Se realizó la novena marcha en defensa de la tierra, el agua y la vida, convocada por la Asamblea Nacional Permanente (ANP).
Como todos los años, organizaciones ambientalistas llamaron a la defensa de los recursos naturales y los bienes comunes. Este año, la previa estuvo marcada por la aprobación definitiva de la ley de riego, que crea, entre otras cosas, la figura del operador de riego, habilitado a vender agua a los productores.
Una de las consignas que guían esta movilización anual, que cada año toma mayores dimensiones, es un enfático “no a la privatización y degradación del agua“, y ya se empieza hablar de un recurso de inconstitucionalidad. Se entiende que tal ley viola el artículo 47 de la Constitución de la República que dice textualmente: “Las aguas superficiales, así como las subterráneas, con excepción de las pluviales, integradas en el ciclo hidrológico, constituyen un recurso unitario, subordinado al interés general, que forma parte del dominio público estatal, como dominio público hidráulico”.
Todos los días escuchamos al presidente Vázquez decir que cada vez está más cerca de firmar un acuerdo para la instalación de la tercera planta de celulosa. La ANP rechaza el monocultivo que inutiliza la tierra, esparce agro tóxicos, desplaza y contamina a los cultivos criollos además de destruir la apicultura. Existen 1.334.000 hectáreas de monocultivo de soja transgénica y 1.200.000 hectáreas de monocultivo de eucalipto para plantas de celulosas.
Como último gran punto, la movilización pretende frenar la ley de megaminería que habilita la extracción a cielo abierto y los contratos pesqueros con empresas Chinas para operar en aguas Uruguayas, refirmando el “no a la entrega de riquezas marinas”.
Texto: Valentina Machado
Fotos: Gabriel Tudurí
El desarrollo en carne viva
Se realizó la novena marcha en defensa de la tierra, el agua y la vida, convocada por la Asamblea Nacional Permanente (ANP). Como todos los