De pan y canela

Un equipo de cuatro mujeres formó hace muy poco tiempo el Colectivo Canela, un espacio donde poder transformar la realidad a través del juego y la ludopedagogía. Desde sus experiencias personales y trayectos anteriores, encontraron en esta metodología el camino adecuado para realizar una búsqueda individual y aportar a otros la posibilidad de transformarse jugando. Todas sus integrantes transitaron por diversos espacios de recreación y enseñanza y a partir de su recorrido por La Mancha es que decidieron llevar a cabo este desafío colectivo, social y político.

Mayhua y Natalia definen el acto del juego y la ludopedagogía como estrategias para romper con esquemas sociales impuestos, formas de ser y estar de los sujetos que nos son otorgadas, definidas y ante las cuales consideran que es importante generar movimientos. Al respecto Mayhua dice: “creemos en esto como una forma de transformación, desde la ludopedagogía y desde el juego básicamente, en el ponerse en juego desde la esencia de cada uno, de las posibilidades que da el espacio del juego, el escenario del juego para poder trasgredir, para poder romper nuestras propias reglas, las reglas que a veces nos imponen, que a veces asumimos (…) poder desarmar, armar, construir, deconstruir con este afán de que sea realmente una incidencia”.

Su última actividad fue el taller Juega Julio, dirigido a niños y niñas, donde presentaron dinámicas basadas en el libro sobre Julio Cortázar de la colección Antihéroes y Antiprincesas de la editorial argentina Chirimbote. El libro trata la vida del autor, y los variados mundos y realidades que Cortázar plantea como posibles. La propuesta se realizó en determinados lugares de anclaje con los cuales tienen estrecha relación; centro cultural La Cuadra en Montevideo y centro de artes Escaparate en Sauce.

Las invitadas resaltaron la importancia de poder realizar los talleres en lugares donde que generen cultura y se promueva el empoderamiento a través espacio. Natalia expresó, “preferimos centros culturales, barriales, que tengan un anclaje comunitario, lugares que apuestan a la generación de cultura, del espacio y de lo grupal”. Realizarán más adelante otro taller basado en misma colección de libros infantiles, para esta ocasión tomarán una figura femenina, tratarán la vida de una antiprincesas como disparador.

El 20 de agosto está planificado el lanzamiento oficial del colectivo, habrá una noche de actividades lúdicas para adultos, con juegos de mesa interactivos y un cierre musical entre otras sorpresas. En las semanas de primavera llevarán adelante una ludoteca para toda la familia en un espacio público de la ciudad, para poder involucrar a quienes transiten por el lugar y jugar sin límites.

Consultadas sobre qué piensan de la situación del juego en Uruguay, Mayhua y Natalia plantean que está muy presente en la órbita de los niños y en la etapa de escolarización ya comienza a perderse. Sobre el lugar del juego nos dicen: “es reinterpretar el movimiento, reinterpretar la emocionalidad del cuerpo a todo nivel, incluso en la esfera adulta (…) no es para nada un saber popular y difundido, entonces es donde queremos dar como una inyección y sacarlo de esos supuestos que son funcionales a este sistema”.

Para Colectivo Canela tomar contacto con las herramientas lúdicas es positivo para la vida de los sujetos en diversos ámbitos de sus vidas, en lo laboral, en los vínculos, en las tareas cotidianas que aparentemente están lejos del juego porque desde esas experiencias se puede enfrentar crisis y resolver conflictos. Relacionado a esto Mayhua plantea que: “es importante pararse desde el conflicto como un punto de crecimiento, de crisis para transformar, entonces ahí aparecen otro montón de cosas que te van dando herramientas de cómo vos funcionas en un grupo, cómo negocias, cómo toleras, hasta dónde vas, qué posturas tomas ante un conflicto y vas siendo esponja de todo esto”.

Transitar por los encuentros que Canela propone, implica una búsqueda interna, desde lo individual, pero también desde lo grupal, el sujeto entra en contacto con los otros, con su corporalidad y la del resto. Se establecen contactos y lazos a partir de ponerse en juego con los demás. Natalia comenta: “se genera una grupalidad que es contenedora en sí misma, entonces ahí es donde se trabaja y se amasa el colectivo y se generan y se desencadenan un montón de situaciones emocionales y afectivas fuertísimas porque uno poniéndose en juego atraviesa situaciones con la posibilidad de ser otro”.

Texto: Colectivos

Entérate más acerca del colectivo escuchando la entrevista completa aquí:

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