¿Qué es el Sistema Nacional Integrado de Cuidados?, ¿qué actores están involucrados en la acción y promoción de este sistema?, ¿cómo le afecta el cambio de gobierno?, ¿qué está en juego cuando hablamos de familismo clásico en las formas de cuidados de los hogares? Estos son algunos de los temas que fueron abordados en la entrevista con la socióloga Sol Scavino, integrante del grupo de sociología de género de la Facultad de Ciencias Sociales.
Con la llegada del nuevo gobierno se suscitan cambios en las políticas públicas y formas de ver y pensar el derecho. El Sistema Nacional de Cuidados (SNIC) viene siendo desde el año 2010 una batalla por la defensa y promoción del derecho al cuidado en Uruguay que parte, inicialmente, de las organizaciones civiles dedicadas al tema de cuidados y por la academia. Es así que en el año 2015 se creó la Ley 19.353 que reconoce al cuidado como un derecho, siendo un avance de proyecto político que busca la universalización de los cuidados de las personas en situación de dependencia.
¿Qué consideraciones están presentes cuando hablamos de derecho al cuidado?
Derecho a recibir un cuidado profesional y técnico en situación de dependencia, pero también a la decisión de poder darlos o no, y que esto no sea una condicionante económica que oprima el desarrollo a una ciudadanía plena por parte de la población.
Es sabido que el cuidado es un tema muy asociado al rol que se ha impuesto a las mujeres. Según la socióloga, por ser mujeres se presume que existe “como saber innato y sin tener en cuenta los requerimiento técnicos”. ¿Qué sucede cuando el cuidado no es colectivizado? La desigualdad de oportunidades que está presente cuando las mujeres tienen que asumir un rol de cuidado, producto de la moral familista clásica, empobrece las oportunidades de desarrollo, donde el trabajo no está reconocido como tal, así como tampoco la remuneración. Cuando hablamos del desarrollo pleno tiene que ver con la posibilidad de poder elegir qué hacer con nuestro tiempo y el desarrollo en otros ámbitos, ya sea en lo laboral, estudiantil o lo que sea, pero donde la libertad de acción pueda, en definitiva, ser un derecho y que no esté limitado al cuidado.
La creación de esta Ley tiene un fuerte énfasis en que la organización de los cuidados debe ser con un enfoque de género que apele a no reproducir la actual división sexual del trabajo que se encuentra presente en la sociedad. El estado debe ser garante para pensar una sociedad democrática y un estado de bienestar en la vida cotidiana de todos y todas.
Tener las posibilidades de centros Caif donde las niñas y niños puedan estar, tener un asistente personal especializado en cuidados para atender a un familiar en situación de dependencia, y contar con un programa de teleasistencia para alguna persona que tiene una dependencia moderada son algunos de los derechos que están planteados a la hora de pensar en un sistema integral de cuidados que generen una mayor equidad en la población.
Insistir en el desarrollo y promoción del cuidado como derecho es crucial para no aumentar la brecha de desigualdad económica en los hogares. El sistema nacional de cuidados intenta subsanar esta brecha, entiendo que la mercantilización del cuidado a través de servicios privados no permite el acceso a toda la población de forma equitativa debido a los altos costos.
Cambio de gobierno, modificación en las políticas públicas:
¿Qué pone sobre la mesa el gobierno de turno? Un anuncio de no incremento presupuestal al sistema de cuidados y un discurso que entiende que un sistema nacional de cuidados es para países ricos.
Con la llegada de políticas que sostienen que “hay que recortar el gasto público”, se solapan recortes en los derechos y avances en la promoción y desarrollo social. Los derechos del primer mundo parecieran ser algo fuera de lugar para un país como Uruguay. Esto centra la discusión en qué se piensa cuando hablamos de organización económica de un país, qué se persigue en términos de mercado y también en términos de derechos.
El programa de acción de este periodo entrante para el sistema nacional integrado de cuidados aún no ha sido entregado. La articulación de diferentes formatos que puedan ir dando respuestas a las necesidades que requiere la Ley está a la espera de esto.
Texto: Alexandra Bertocchi
Foto: Facebook CAIF El Mamboretá
Compartimos el audio de la entrevista realizada en Trazos:
