Colectivo en situación de calle se organiza con el fin de denunciar y visibilizar la vulneración de sus derechos.
El colectivo Ni todo está perdido (NITEP) surge a raíz de un conflicto que sucedió en la Facultad de Ciencias Sociales con personas en situación de calle, que tuvo como desenlace el cierre de puertas de la institución a estas personas. Seguido a esto, estudiantes, docentes y funcionarios de la facultad y la población vulnerada realizaron tareas con el fin de generar alternativas a esta tensión.
Paula, Sofía, María y Juan, integrantes de la organización, comentaron a Trazos que uno de los fines “es cambiar la mirada que tiene la gente sobre las personas en situación de calle”. Si bien pasaron hechos de violencia en el centro educativo, “robos e insultos y acoso a compañeras en la facultad, las personas iban a utilizar las salas de informática en muchos casos para hacer su currículum vitae, buscar trabajo y hasta vender algunos productos artesanales”, comentó Sofía.
Se pretende denunciar la cantidad de derechos que vulnera el Estado y la sociedad, que “mira para el costado”, señaló Juan. Destacó que “hay personas que están estudiando, pero se los discrimina por estar en la calle”, y afirmó que en los refugios también se coartan los derechos: “No hay libertad de movimiento, de pensamiento. Hay muchos lugares donde no te dejan entrar si no tenés certificados”.
NITEP dejó en claro que la situación de calle “no solo es un problema del centro de Montevideo, es de todos los barrios y de todo el país”. Además, agregó que en muchas ocasiones “mandarte un careta (pedir un cigarro) o un plato de comida es más fácil que conseguir que te den un abrazo cuando una persona llega a la situación de calle, que es lo que más precisa en ese momento” .
El grupo se reúne semanalmente en un salón de la facultad para visibilizar su problema y generar una concientización a través de una agenda de diferentes intervenciones urbanas.
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