Hace cinco años se realiza en Uruguay la Feria del Libro Independiente y Autogestiva (FLIA), el sábado 26 de noviembre el encuentro se realizó en el Ateneo Heber Nieto. Trazos conversó con Daniel Amoedo, librero independiente e integrante de la organización, acerca del espacio alternativo montevideano.
La letra A de la sigla FLIA lleva en sí el concepto clave de este encuentro: es una feria autogestiva, autónoma, alternativa y abierta. Surgió en Buenos Aires hace años como respuesta al Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires (FILBA), una feria mucho más comercial donde exponen las grandes editoriales, contó Amoedo.
Cada año se realiza una nueva y distinta FLIA, subraya el librero. La feria está integrada por individualidades y colectivos; editoriales, libreros, escritores y escritoras independientes. La organización es horizontal y la participación, directa, lo que implica necesariamente cercanía e intercambio con los productores artísticos, ya sean creadores de contenidos (textos e ilustraciones) o de soportes (libros, cuadernos, discos).
Quienes integran la FLIA evitan los intermediarios y el rédito económico no es su objetivo primario. “Las editoriales multinacionales o nacionales grandes promueven a determinados escritores o escritores que saben que tienen potencialidades, según ellos, para la venta”, piensa en voz alta Daniel Amoedo. En cambio, en la FLIA la promoción está centrada en la cultura y no en el consumo.
Otra característica de la feria, y de sus productos, es el encuentro con el objeto único, muchos de los libros son artesanales, por lo cual no habrá dos iguales. “La FLIA trata de valorar el libro más por lo que es y no por la cadena que hay atrás y todo lo que implica la producción capitalista”, afirmó Amoedo, y destacó la singularidad sobre la masividad.
Los beneficios de la independencia ante las tantas dificultades que presenta son la eliminación de la comisiones —por lo general, las editoriales están conformadas por los propios artistas, de esta manera nadie se queda con un porcentaje de las ventas— y la toma de decisiones en cuanto a diseño, encuanderación y distribución, que queda en manos de los propios productores y no de terceros.
Las publicaciones autónomas muchas veces encuentran trabas para acceder a los lugares de difusión cultural, como librerías y bibliotecas, para eso también exista la feria independiente, para tener un espacio donde entren todos, sin elitismos ni ranking de ventas.
En esta edición participaron Estampita Records, La Juan Cueva, Factor 30, Editorial La Propia Cartonera, Locos por la bibliobarrio, Epidermis, Aidy Taffura, Casa de los Escritores del Uruguay, Editorial Nordan, Germán, Editorial Yauguru Maca, Alter Ediciones, Tarántula Records, Pez en el hielo ediciones, Estela editora, Kamikaze Vampiro, Libros en portuñol (Rivera), Civiles Iletrados, Editorial Tierra del Sur (La Gomera, Bs.As), Cuneta Maldita (Venezuela), La Turba ediciones, Gatonegro distribuidora y Nadar Ediciones (Chile).
Texto: Valentina Machado
Foto: Fb. FLIA Montevideo
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