Conversamos con Pablo Lozano, especialista en comunicación digital y coordinador de Tribuna Hacker, sobre la censura en redes sociales y otras plataformas digitales.
Pablo plantea los diversos tipos de censura y destaca que el propio algoritmo es su principal forma, el tráfico de datos personales es el producto principal del mercado manejado por empresas supranacionales; tráfico digital de personas.
“Las redes plantean un conjunto de términos y condiciones que ponen los dueños, que nos obligan a aceptar y luego ejercen”. El problema es el nivel de penetración y la envergadura del poder sobre la actitud de miles de personas.
Las redes no son tomadas como entidades supranacionales, esto da origen a cosas complejas como la privatización del derecho. Son el canal de comunicación más fluido de millones de personas, es la principal forma de socialización, aún más en pandemia, y ejercen la censura con un criterio que no es discutible, estipulan quién y de qué manera puede expresarse. Determinan qué contenido es chocante: “Aquello que no quiero ver, tengo derecho a borrarlo”, ejemplifica Lozano.
Si se miran los datos, el nivel de censura del contenido político respecto del social es ínfimo, el problema es la gravedad. “Debería haber una corte o un andamiaje legal que permita que las personas sean tratadas con verdaderas usuarias”.
Las redes tienen consecuencias para nuestra libertad, privatizan el derecho. “Los usuarios tenemos el derecho a opinar y salir de la red, pero no a votar y cambiarlo”.
Para pensar otras formas de utilizar las redes, plantea algunas experiencias en China explicadas en este artículo de TribunaHacker.com.ar: “En China ya usan la identidad como arma (y Telegram como defensa)”.