Elena Zaffaroni, integrante de Madres y Familiares de detenidos desaparecidos, evaluó la vigésimo quinta Marcha del Silencio como un gran hito en la histórica militancia que lleva adelante este colectivo, y aprovechó para repasar otros grandes acontecimientos durante un recorrido de casi 40 años.
Ante un atípico 20 de mayo -fecha en que realiza la Marcha del Silencio en Uruguay-, Elena Zaffaroni conversó con Trazos acerca de la evaluación de la última marcha, del proceso de la búsqueda de detenidos y desaparecidos durante los últimos quince años y sobre las repercusiones y la continuidad de la búsqueda frente a un cambio de gobierno.
En relación al accionar de Estado, Madres y Familiares solicitó una reunión con el actual presidente -Luis Lacalle Pou-, quien contestó rápidamente a la solicitud. La reunión tuvo lugar el miércoles 3 de junio, instancia en la que gobierno se comprometió a seguir con la búsqueda y manifestó que el presupuesto no será un problema. La organización se mostró satisfecha con este encuentro.
Sobre este ultimo 20 de mayo Zaffaroni sostuvo: “Fue mucho más visible que la marcha”, ante la incertudimbre de no poder realizar la marcha de forma presencial Madres y Familiares se encontró con un forma de decir “presente” que hasta ahora es “imposible medir el alcance que tuvo” tanto en las redes sociales y en los medios de comunicación, como en lo que fue la repercusión a nivel nacional, “en muchísimas localidades de todos los departamentos” y en otros países. El movimiento que hubo en los barrios donde se intervinieron las calles y las casas con mensajes, la cantidad de proyecciones audiovisuales a las 19.00 hs y la instalación de la muestra en la plaza Libertad hicieron construir movilizaciones presenciales -pequeñas y distribuidas- que permitieron visibilizar de forma mucho más grande esta causa, “fue algo espectacular”. Según datos de las redes a los que se pudieron acceder, las mediciones de posteos vinculados al 20 de mayo fueron 10 veces más que los referentes al Covid 19 en Uruguay.
En conferencia de prensa, Madres y Familiares agradeció el alcance y la colaboración que tuvieron diferentes actores sociales por el este 20 de mayo, y remarcaron que defender la búsqueda no es mantener el presupuesto, sino que comprende una causa social de verdad y justicia.
Zaffaroni entiende también que “esta es una memoria en disputa” -como dicen los historiadores-, en referencia a la circulación de una imagen con el logo de Madres y Familiares que contenía una lista de militares muertos por tupamaros, acto que “repudiamos totalmente”. También hizo referencia a la vandalización a la placa memorial de Maria Emilia Islas frente a un hogar del INAU el mismo 20 de mayo y otras cosas que llegaron de ese tenor en esas fechas.
Por otro lado, “todo el Parlamento el 20 de mayo hizo homenaje a Zelmar y el Toba” (Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz), y expresó estar a favor de la búsqueda. Hay muchas voces de parlamentarios colorados y blancos que antes votaron la ley de impunidad y hoy expresan que no lo harían, porque no fue un buen camino y porque obturó la justicia.
Elena aprovechó para destacar que, a pesar de la pandemia y de la Ley de Urgente Consideración, lo acontecido fue un hito en la historia, así como lo fue el reconocimiento de la Comisión para la Paz de los crímenes del Estado en 2003, la búsqueda de desaparecidos durante el gobierno del Frente Amplio, que en 2005 posibilitó entrar a los cuarteles para realizar excavaciones. Si bien la comisión y las políticas de Estado en estos 15 años tuvieron muchas carencias, también conforman grandes hitos para Madres y Familiares.
Madres y Familiares tiene un aprendizaje de 40 años con los gobiernos, siempre abiertos al diálogo. En relación con los últimos 15 años del Frente Amplio, consideran que “cada gobierno va a llegar a lo que quiera llegar, nosotros vamos a denunciar las cosas que han quedado de ese pasado”, como la impunidad y la no renovación de instituciones. El terrorismo de Estado se llevó a cabo desde todas las instituciones públicas, todos los organismos tuvieron el propósito de aniquilar la oposición y resistencia en contra de la dictadura, y lo hicieron desde todo el aparato de Estado, adhirieron al Plan Cóndor, Cancillería operó para ubicar a los uruguayos que estaban en el exterior -como ocurrió con Zelmar Michelini- y que accionaban para denunciar la dictadura uruguaya y buscar adhesiones.
Otro hito que se recuerda desde la organización, es cuando en el gobierno de Jorge Batlle “se habló de reconocer que había desaparecidos, aunque la justicia quedó inhabilitada por la Ley de Caducidad”. Con el Frente Amplio se avanzó en reconocimiento y en leyes reparatorias, pero desde el Poder Judicial se avanzó poco, hay unas 200 causas de procesamiento que aún están sin resolver.
Elena entiende que más allá que en los últimos meses se votó la exigencia a que los mandos superiores de las Fuerzas Armadas entreguen la información, aún se atenta contra esto y también contra el acceso a los archivos. “El Frente Amplio debió haber subordinado a los mandos hasta que entreguen la información y no lo hizo” y hace un llamado a entender que son los tres poderes del Estado los que tienen que trabajar para salir de todo lo que queda de impunidad. Hasta el día de hoy, la mayoría de los datos que se tienen siguen siendo los brindados por víctimas de terrorismo de Estado. “Hoy sabemos que todo lo que pasa por los cuarteles queda registrado, no se hace un solo movimiento en un cuartel sin que los comandantes lo sepan”.
Elena concluyó que “esta causa es de todos, tiene más necesidad y urgencia por los jóvenes, por ustedes, porque no se den pasos autoritarios. Combatir la impunidad ayuda a mejorar esto, a tener otras chances, a tener más libertad y que la democracia sea más fuerte”.
