Se realizó la primera jornada del Debate de Seguridad y Convivencia.
El proyecto “Matices” de la Usina cultural de la unidad 6 de Punta de Rieles presentó la obra de teatro “El día después” hecha íntegramente por recluidos en este recinto en el marco del Taller: “Intervenciones pedagógicas en contextos de encierro” donde participaron varios agentes nacionales e internacionales.
Hablamos con Luciano González (25) y Sebastián Álvarez (44), protagonistas de la obra, escrita y dirigida por Adrián Barando, integrante del proyecto.
Luciano reflexiona sobre la puertas que están abriendo “no solo para ellos sino para el que quiera progresar después”. Sebastián agrega “aprovechamos la oportunidad que brinda esa cárcel, donde uno puede soltarse y explayarse como quiera.”
Como ejemplo visible, se demuestra que la educación a través de talleres de oficios, artes escénicas, actividades colectivas y de recreación generan la articulación del exterior con las cárceles sorteando algunos desfajases socioculturales.
Cerca de 15 meses llevan creando y ensayando esta obra, “lo lindo de poder mostrar una realidad y mandar un mensaje que representa a mucha gente (…) estamos peleando por la educación, que es la mejor manera de limpiar la cabeza de cualquier persona”, afirma.
“Si seguís nadando en este caldito de ignorancia en que andamos nosotros y no nos ayudan en nada, vamos a seguir en la misma” reflexiona Sebastián.
Defienden la idea de poder llevar adelante este modelo penitenciario en otros complejos carcelarios. Todo aquel que quiera aportar y ayudar, será recibido con gusto porque lo necesitan.
Seguirán haciendo “El día después”, pero para noviembre y diciembre se estrenará otra obra vinculada a la violencia infantil desde todas las aristas.
“Trabajamos en equipo, costó mucho largar el egoísmo y laburar como grupo”, cierra así Sebastián con sonrisa y emoción.
Esta experiencia muestra a cartas vista que como sociedad cuando nos abrimos a la escucha y conocimiento de otra realidad surge el cauce natural que crea algo mejor. Excluir, violentar y aislar es la sarna que no tiene cura.
Texto: Victoria Guevara
Foto: Cristhian Orta
