Este programa se vistió de gala para recibir a dos invitades de lujo: Chabela Ramírez y Alfredo Ferreira, ambos referentes del barrio, del candombe y de la cultura afrouruguaya. Pero Chabela y Alfredo se presentan elles mismes. No aceptan estas distinciones ni otras. “No me siento referente, me siento uno más salido de esa hermosa cortada que es Ansina”, dice Alfredo y Chabela agrega, “Ser transmisora de algo no significa que seas especial. Estás haciendo lo que tenés que hacer”. Y, desde luego, hicieron lo que saben hacer: hablar sobre la lucha por los derechos de la población afrouruguaya, en particular, y de la población afrodescendiente en general y cantar candombe, que es la manifestación ancestral más contundente de esa lucha.
El 25 de mayo es el día del “África liberada”. En 1963, se crea la Unión Africana, que simboliza “la determinación de liberarse de la dominación y la explotación extranjera”, dice la carta que los colectivos Antirracistas le envían al presidente de la República en la que piden:
a. que la República Oriental del Uruguay se declare frente a ONU, OEA y Organizaciones internacionales pertinentes, como estado antirracista y condene públicamente la ideología y las prácticas inhumanas de los autodefinidos supremacistas y
b. que se declare en la República Oriental del Uruguay la equidad racial, la lucha contra el racismo, la xenofobia y formas conexas de intolerancia promoviendo leyes de equidad étnica y dando seguimiento y cumplimiento a los programas ya creados antes, durante el decenio de los afros descendientes que culmina en 2024. Existe un plan Nacional para este decenio mencionado, que puede ayudar en ese sentido.
“Un continente invadido, como es el africano, despojado de sus mayores riquezas, de todo punto de vista, dio como resultado todo lo que somos nosotros que estamos acá, en este continente”, dice Chabela al contar por qué surge la carta que elaboraron desde el colectivo del que forma parte. El pedido es claro. Uruguay tiene que proclamarse ante el mundo como un país antirracista, porque “Nuestro país no se hubiese formado sin la sangre de los negros esclavizados acá”. Compartimos, en esta nota, la carta para que todes tengan acceso a los planteos que se realizan.
La entrevista tocó muchos temas que están relacionados entre sí y con la carta. Uno de ellos fue la posibilidad de definir el candombe y Chabela, como hizo ante cada pregunta que le hicimos, lo resumió en una frase: “El candombe no es otra cosa que un grito de libertad”. Ambos, Chabela y Alfredo, cuentan cómo fueron sus inicios. Dicen que iban con los ojos y los oídos bien abiertos “intentando robar golpes”. El candombe fue su cuna. Lo llevaban en la sangre. Les vibraba en el cuerpo. Les latía en el corazón.
Hoy, siguen viviendo de la misma manera que lo vivieron desde pequeñes. “Cuando paseo por el barrio, miro siempre para la cortada, porque ahí están, debajo del nuevo hormigón, las raíces de todos aquellos de los que yo aprendí” termina Alfredo y Chabela asiente con la cabeza. “¿Es el mejor barrio, Chabela?”, pregunta Marcelo. “No”, responde tajante la invitada y sentencia “Es el nuestro”.
Suena el tambor de Alfredo y la voz de Chabela invade la cabina de la radio y el alma de todes.
Texto y fotos: Pao Melgar
