La ciencia de hablar: hijos del exilio. Parte 1

La construcción de nuestra memoria colectiva del pasado reciente es una tarea de todos que tiene muchas aristas y múltiples dimensiones. Abrimos el micrófono de “La ciencia de hablar” para aportarnos a esta construcción desde una perspectiva particular: la de los hijos del exilio. ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen? ¿De qué países vienen?, ¿con qué experiencias?

Las historias de los hijos de exiliados, dice Leonard Mattioli (en Los niños de la nieve. Los pequeños orientales nórdicos, esos otros exilios, Tradinco 2011) “no suelen ser abordadas desde la academia, o desde los medios, o desde otras formas que no sean la interacción personal, porque son menos espectaculares, menos grandilocuentes”. Hablar de ellas con los protagonistas directos quizás ayude a relativizar la espectacularidad y la grandilocuencia, así como a conocer parte de nuestra historia reciente, para poder conocernos.

“Nací en Cuba en 1976, pero la historia del exilio es más larga porque arranca un rato antes”, así comienza la charla con el primer protagonista del ciclo, Rodrigo Ramírez, quien vivió en Cuba hasta los 8 años y quien, para llegar a a Uruguay, tuvo que pasar por Suecia y México.

A su vez, la historia del exilio también busca su propio espacio. Santiago Amorín (estudiante de la licenciatura en Ciencias Históricas en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República) abre cada instancia con una columna que enmarcará la entrevista desde un punto de vista histórico. En esta ocasión, lo hace con la singularidad de poner el exilio como un protagonista que necesita ser recordado, pero también historiado.

Te invitamos a comenzar a hilar otros retazos de nuestra historia escuchando la charla completa.

Texto: (H)ablando ciencia

Foto: Rodrigo Ramírez

Otros programas para escuchar

Menú

Buscar

Compartir

Facebook
Twitter
Email
WhatsApp
Telegram
Pocket

Gracias por comunicarte con PEDAL. Creemos que la comunicación es movimiento, y por eso queremos que seas parte.
Nuestra vía de comunicación favorita es encontrarnos. Por eso te invitamos a tocar timbre en Casa en el aire: San Salvador 1510, un espacio que compartimos con otros colectivos: Colectivo Catalejo, Colectivo Boniato, Cooperativa Subte y Palta Cher.

Te esperamos.