Ábrete sésamo…

En esta tercera entrega de “A vuelo de pájaro” hacemos uso de las palabras claves que levantan la cortina de metal que nos permite entrar al ex centro de detención, tortura y exterminio Automotores Orletti. Nos vamos a este mismo mes de julio, pero de 1976.

La conocida expresión Ábrete sésamo compone las palabras mágicas que abrían la cueva donde los 40 ladrones de Las mil y una noches guardaban su botín robado. No es tan conocido el uso que otros ladrones, y asesinos, le dieron a esta expresión, aunque sí es sabido que esto no constituye una leyenda ni se agota en lo narrativo. También se sabe que la autoría de esta historia no es anónima, sino que estos delincuentes, ladrones, torturadores y asesinos tienen nombres y apellidos, y los sabemos.

Ábrete sésamo era la clave para que se levantara la cortina metálica que daba lugar a uno de los tantos círculos del infierno que componían el Cono Sur de los años 70, el centro de detención, tortura y exterminio Automotores Orletti.

Y la cortina se levantó

“Las características de ese local son las siguientes: se penetra en él, tras elevarse una ruidosa cortina metálica de enrollar; está ubicado frente a las vías del ferrocarril. En sus fondos hay una escuela; se trata de un salón amplio, con la suciedad típica de un taller mecánico con un pequeño retrete y una pileta a la altura media del local. Tiene dos plantas, subiéndose la planta alta por una escalera con base de cemento y escalones de madera. En esa planta hay varias habitaciones, cocina y baño. En una de ellas hay profusión de armas sobre una mesa. En otra, al lado, se tortura, e interroga. Sobre un rincón hay una polea de donde se cuelgan los torturados. En una pared puedo ver un retrato de Adolf Hitler, de regular tamaño”.

Esta descripción responde a una de las tantas denuncias que hizo Enrique Rodríguez Larreta ante múltiples organismos y personalidades internacionales: el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA, entre otros, que se publicaron en medios de prensa de todo el mundo.

En la columna de hoy, traemos algunas de las declaraciones de Larreta (fallecido en Montevideo en 2007) y retazos de los testimonios de Alicia Cadenas y Ariel Soto, quienes estuvieron en Orletti en julio de 1976.

Coda

En enero de 1984 fue capturado Aníbal Gordon, el criminal y delincuente que se forjó como jefe del grupo parapolicial Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) y quien comandó la “patota” encargada de la detención, tortura y exterminio que sucedían en el centro clandestino Automotores Orletti. Gordon fue condenado por delitos de lesa humanidad; en el año 87, en prisión, murió de cáncer. En 1985 fue detenido el segundo a cargo de Orletti, Eduardo Ruffo, quien pasó seis años en prisión y recuperó la libertad en los años 90. En esos años volvió a trabajar para la Secretaría de Inteligencia del Estado de Argentina (SIDE), hasta que, en 2003, la Justicia ordenó meterlo preso, lo que sucedió tres años después, cuando fue capturado y condenado a 25 años de cárcel. En 2011 fue condenado por crímenes de lesa humanidad, junto con otros tres represores: los agentes de Inteligencia Raúl Guglielminetti, Honorio Martínez Ruiz y el general Rodolfo Cabanillas.

Cabanillas fue condenado a cadena perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua por cinco homicidios y también se le imputó la privación ilegal de la libertad agravada en 29 casos. Algunas de las víctimas de Cabanillas fueron Gustavo y Ricardo Gayá, Marcelo Gelman, Dardo Albano Zelarayán y Ana María del Carmen Pérez, embarazada de ocho meses y con un balazo en el abdomen. Todos ellos fueron arrojados en tambores al río Luján, en octubre de 1976. Estos tambores fueron descubiertos e identificados en 1989.

En 2014 fueron juzgados los oficiales de Inteligencia de la Policía Federal argentina Rolando Nerone y Oscar Gutiérrez como responsables del secuestro, asesinato y desaparición del matrimonio uruguayo Roger Julien y Victoria Grisonas. También fueron juzgados José Ferrer, acusado del secuestro de Ana María del Carmen Pérez y de Gustavo Adolfo Gayá, y del asesinato de su esposa, Estela María Moya de Gayá. Tanto Ana María del Carmen, Gustavo Gayá como Victoria fueron vistos en Orletti en setiembre del 76. Desde 2015, fueron juzgados 25 represores más por delitos de lesa humanidad en el Plan Cóndor en perjuicio de 106 víctimas. Entre ellos, Miguel Ángel Furci, apropiador de la uruguaya Mariana Zaffaroni, que fue secuestrada luego del asesinato de sus padres.

  • Aclaración. La declaración de Rodríguez Larreta leída en esta columna fue de las primeras que hizo. Por este motivo, cabe aclarar que en esta declaración sostiene que el jefe de la División 300 del Servicio de Inteligencia de Defensa era el Coronel Ramírez (número 301), pero en siguientes declaraciones se confirmó que el 301 era Rodríguez Buratti (quien se suicidó en 2006).

 

Texto: Cecilia Bértola

Imagen: Planos de las plantas alta (P. Alta) y baja (Plano PB) de Automotores Orletti. Adaptada de Infobae

Escuchá el audio acá:

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Compartimos las columnas anteriores:

A vuelo de pájaro: memoria colectiva del pasado reciente

A vuelo de pájaro: la transmisión de memoria como forma de combate

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