Polenta mezcladita: plato de polenta especial, comunidad y devenir de la palabra

En nuestro quinto plato nos sumergimos en la profundidad de la olla de la COMUNIDAD. Nos proponemos seguir revolviendo algunas de tantas cuestiones que nos quedaron resonando de los diferentes platos del mes para condimentar esta Polenta mezcladita.

Para comenzar, le pedimos la voz a Liliana Felipe y usamos las palabras de Eduardo Galeano para dejar escuchar nuestro manifiesto de hoy…

Sueñan las pulgas con comprarse un perro

y sueñan los nadies con salir de pobres,

que algún mágico día

llueva de pronto la buena suerte […]

Los nadies: los hijos de nadie

los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados,

corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos

rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos 

Que no profesan religiones,

sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal,

sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies

que cuestan menos

que la bala que los mata.

A partir de Polenta compartida, nos preguntamos ¿cómo hacemos comunidad?, ¿cómo nos acompañamos en ese hacer?, ¿cuándo el otro y la otra es parte de mi comunidad? Seguimos con las inquietudes de Trincheras polentosas: ¿cuáles son los motivos por los cuales asumimos que algunas personas no pueden vivir entre nosotras?, ¿qué es eso que rompe, quiebra y estratifica una sociedad?

Nos fuimos a una tanda y volvimos bien caldeadas para darle paso a Polénticas, con ellas nos preguntamos ¿cuáles son las implicancias de que a nuestras comunidades las entendamos exclusivamente como medios y no como fin?

Para finalizar con las preguntas, las Grumos plantean la siguiente cuestión: en definitiva, ¿la comunidad es la búsqueda de lo que nos une o de lo que nos diferencia?, ¿la comunidad fragmenta o potencia la vida?

Hasta que… Nos fuimos en una deriva de palabras que son sonido, que son estado, mantra, manifiesto que dice con todo el cuerpo. Nos zambullimos durante media hora en un discurso sonoro, alófono, palabra, cuerpo, respiración, abrimos los micrófonos y todas las personas que estábamos en la radio (10) participamos de este hacer juntas, generamos un discurso desde otro modo, con distintos lenguajes que genera otros sentidos. Nos entregamos al colectivo y nos diluimos, tomó cuerpo lo que pudo emerger de ese organismo complejo que éramos todxs.

Los temas que escuchamos a lo largo de la polenta de hoy fueron “Somos Sur”(de la chilena Ana Tijoux), “Los Nadies” (de la argentina-mexicana Liliana Felipe) y “Qué me importa bla bla bla” (del uruguayo Martin Buscaglia)

Imagen y texto: Colectivo Polenta

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