La calle, el perro, el cordón, el condón y la luz, el vecino duerme en la vereda mientras saco mierda de perro con la manguera. Hay una cámara en la esquina y están demoliendo la casa de enfrente para hacer un edificio, que incluye en su interior, parque de juegos, supermercado, farmacia y local de pagos. Me gusta la calle. Desalojaron la casa de la esquina, dicen que era una boca. Le compraron la casa a Rita y se muda a Pando. La placita tiene aparatos de gimnasia nuevos iguales a los de la rambla. El cantero huele a meo. No me gusta volverme sola de noche a casa. Calculo minuciosamente mi camino. El container está repleto, desborda basura. Los gorriones picotean entre cáscaras y nylon. Me encontré con Clarita, iba a la feria. En el barrio que vive mi hermana, que está cerca de la rambla, hay containers para reciclar. Entro a mi casa y ahí soy yo, salgo a la calle y soy otras estéticas, otros objetos, otros olores, otro caminar. Esta cuadra me hace distinta que la cuadra de la vuelta. No hago lo mismo en un barrio que en otro. Me dijo el vecino que tengo que pintar mi casa. Se escuchan conversaciones y gritos en la noche. Vuelan en la esquina las caras de los políticos en carteles de plástico. Hay un hombre que tira la botella vacía antes de subir al ómnibus. Hoy hacemos una masalenta en 18. Una horda de adolescentes llegan a la parada con uniformes, me voy a la otra. Los plátanos me matan. No ando en callejones ni en parques en la noche, son peligrosos, lo vi en muchas películas. No vayas a los parques en la noche, seguro te roban. No me dejan chuponear en la plaza, me voy al murito de enfrente. El vecino abre la persiana de su carpintería, me doy cuenta que son las 8. Hay un perro muerto y en la otra cuadra, un gallo. Me encanta tomar mate en la rambla pero huele a podrido por las cianobacterias. La calle me estresa, me sorprende, me alegra, es el único lugar donde me puedo encontrar con otres. Me tomo el 370, ¿de quién es el ómnibus?
¿Quiénes habitan la calle? ¿Quiénes la transitan? ¿Hacemos algo en la calle además de trasladarnos? ¿Qué es la calle para nosotres? ¿Por qué la calle es así? ¿De quién es la calle? ¿La calle de noche? ¿La calle de día?
Invitamos para conversar sobre este tema a Sebastián Aguiar, investigador y docente del departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar especializado en sociología urbana. Juntos reflexionamos en torno a muchos temas que nos convocan.
Los imaginarios, algunos propios y otros compartidos, que participan en nuestras experiencias de los espacios comunes. Imaginarios que se han construido y que tenemos de los barrios, calles y sus cuerpos. En estos procesos participan la historia personal y colectiva, ligada a nuestras maneras de vivir la calle, películas, prensa, anécdotas, instituciones educativas, valores, clasificaciones, prejuicios y afectos.
Pasillos angostos, los lugares oscuros, solitarios, abandonados o de los cuáles no podemos escapar. Espacio de los que tenemos mil imágenes de peligro y miedo, ellos ya están determinados, ellos ya son esto para nosotras.
Dependiendo quien seas podes habitar la ciudad de una determinada manera, afirmando las distinciones, sus jerarquías y prejuicios; clases sociales, etnias, edades, género. No podemos andar solas, nos llevan y nos traen, dejamos de salir o estudiar, evitamos pasar por delante de algunas situaciones, nos complejizan los hombres solos, cambiamos la manera de vestir, la manera de andar por la ciudad.
Vendedores ambulantes, vendedoras ilegales, cuidacoches, prostitución, las disputas entre distintos niveles de trabajo y negocio, y los vecinos, las ferias. El artista callejero en Maldonado y la policía que no lo deja trabajar. Trabajos informales, invisibilización de sus tareas y estigmatización de sus cuerpos.
Ciudades neoliberales y capitalistas, los espacios comunes se transforman según los intereses del capital, son, y con ellos nosotras, mercancía, la ciudad vendiéndose a sí misma y generalmente con un tinte democrático e inclusivo. En algunas ciudades el espacio público está totalmente privatizado, centros comerciales, parques de atracciones, museos etc, la calle es solo para trasladarse. Los espacios públicos se diseñan con un objetivo, con una idea específica, que responden generalmente a intereses e ideologías dominantes.
Establecen distintos tipos de distribución de los cuerpos en virtud del diseño que se despliega.
Gentrificación, derecho a la ciudad, no todes podemos acceder a cualquier barrio. Las estrategias del mercado inmobiliario para revalorizar un barrio incluye dentro de sus acciones, segregar a la población local. Nuevo proyecto del gobierno, 200 viviendas en ciudad vieja, en casas abandonadas para alquiler, con un porcentaje reservado para las personas que ya viven en el barrio.
La ciudad vigilada, videovigilancia, policía y los propios ciudadanos. Control social, no hay protocolos respecto a quiénes vigilan. Te vigilan segun tu ropa y tu edad, ya esta establecido quienes son los peligrosos. En Uruguay la videovigilancia se incrementó exponencialmente: 7500 cámaras en el país, solo contando las que puso el estado. En Londres hay 1 cámara por cada 14 habitantes, una persona puede ser grabada hasta 300 veces en un dia.
Mejor nos quedamos en casa, o en la facultad o en la oficina, mejor no salir, no sabés con quien puedes encontrarte, además está sucio. Las fisuras y potencia de la calle, lo impredecible, un hombre mea y una mujer nos mira. El higienismo, el paradigma del espacio limpio, limpio de personas sucias y pobres.
Respiremos y salgamos a la calle ya, a crear nuevos imaginarios, a encontrarnos con otras a construir lo común, habitar la incertidumbre y las tensiones, salgamos a disputar lo sensible!
Todo esto y mucho más, acá:
Texto e imagen: Polentikas
Las polentas decimos No a la reforma, los espacios comunes tenemos que protegerlos, crearlos y cuidarlos entre nosotras.