Cantemos juntas:
la mara astaba sarana, sarana astaba la mara…
le mere estebe serene, serene estebe le mere…
li miri istibi sirini, sirini istibi li miri…
¿Por qué genera tanto rechazo el lenguaje inclusivo en la comunidad de hablantes de una “lengua”?
¿O aquellas personas que se visten, hablan y se vinculan con otras personas y objetos de una manera no convencional y, además, se hacen visibles, muy visibles..?
¿O se arrogan el derecho a participar de las instituciones?
¿Y si no puedo identificar qué es y quién es?.. O el porqué de su acción..
¿Estoy ante un peligro?
Y si puedo tolerar que haya otras expresiones de vida mientras lo hagan lejos de mí y los míos y de todo aquello que necesitamos conservar, ¿qué relación genero con las otras, con las diferentes a mí?, ¿y qué relación entablo conmigo y con las que son “como yo”?
Nuestra lengua administrativa está atravesada por divisiones como Nosotros/Ellos, Amigo/Enemigo, Yo/El otro. Y nuestras acciones: gestos, palabras escritas, palabras habladas, cercanías y distancias, tiempos y espacios muchas veces reproducen estas separaciones y miedos: estos marcos.
Entre el deseo microfascista que nos habita a todes y el deseo-potencia de construir comunidad con les otres, este jueves las Grumos debatimos acerca de qué otras lenguas, relaciones, combinaciones y movimientos pueden crear un mundo en común.
Algunas invitadas a la mesa: Michel Foucault y sus consejos para una vida no microfascista, Bailamos siempre las mismas canciones, Silvia Federici, la familia como comunidad y la amistad como alternativa a la familia, Eli-u, comunidades cerradas y abiertas, La Tabaré, las ausencias en la comunidad, Marina Garcés y la filosofía como transformación de la vida en común. Con la participación especial de: la tenia de Federico Engels y el gato de Donato.
HOY
Salsas calientes
Grumos multiplicantes
Cuchareos libres de OMG
¡Buen provecho!
Texto: Colectivo Polentas
