Soy mi cédula, mi cumpleaños y mis regalos, mi comedia de los jueves, mi botellita de agua, mi vida, mi hijo, mis juguetes, mi novia, mi carrera yo, yo, yo, yo soy la autora, yo soy el artista, yo soy la doctor si yo soy yo, yo soy el mundo ideal, yo soy mi cuerpo y nadie mas que yo. Quiero tirarme un pedo y no me importa que lo huelas porque me importa un carajo lo que sientes, lo más importante es estar bien conmigo misme. Yo hago lo que tengo ganas. Soy libre, sigo mis deseos, soy el más lindo, joven, inteligente y canchero. Reconoceme, alagame, necesitame, mencioname, deseame, dame todos los premios que soy le mejor. Soy mas que tú y que tú tú tú, escucha lo que pienso ingenua ignorante.
A ti, a ti sujeto, sujetite individualista, te vamos a volar en mil pedazos, sujeto, por más que corras cobarde detrás de tus logros, tus apellidos y posesiones materiales te vamos a agarrar, te vamos a licuar con los sudores sin rostros. Vamos a entrar en tu casa, usar toda tu ropa interior, tomarte tu yogourt para tránsito lento, quemar el certificado de tu última ponencia, usar todo tu perfume importado, modificar las fotos de tus vacaciones en Punta Cana, quitar todos lo espejos, linde. Vamos a deshidratarte, porque no vas a poder saciar tu sed de competencia.
Paren, chiques, me destruyeron, y ahora ¿qué hacemos con mis deseos?, ¿cómo dirigirlos?, ¿cómo encontrarnos? Ahora no quiero más vivir en un mundo donde solo existan mis olores, quiero olerte aunque huelas mal, desde las vísceras modificar las células que nos encierran dentro de nosotras mismas, entrenar lo sensible de nuestras ideas para sentirnos sintiéndonos
Para hablar de nuestros deseos invitamos a Diego Curbelo, amigo y licenciado en psicología por la Universidad de la República. Diego trabajó durante 5 años para el Ministerio de Desarrollo Social como educador y como coordinador de programa hasta el 2017. Integrante del Centro Félix Guattari, donde se estudia la obra de Gilles Deleuze y Félix Guattari. Actualmente coordina un grupo de estudio sobre uno de los textos de esos autores y trabaja como psicólogo clínico.
Con Diego conversamos sobre el deseo y como este se encarna en lo colectivo. A partir de reconocer que habitualmente relacionamos la idea de deseo con lo corporal, desde la idea del inconsciente, de la líbido de los instintos, como si fuera un territorio deshabitado por el pensamiento y la reflexión, conversamos sobre la relación del pensamiento con los deseos. Nos preguntamos: ¿qué potencia tienen los deseos?, ¿como poner en acto lo que deseamos?, ¿cómo se relacionan nuestros deseos con las construcciones sociales?
Porque necesitamos ser otras, escuchemos.
Texto: Polénticas
Imagen: Insurrección de lo sensible