¿Por qué paramos?
Estamos repletas de respuestas a esta pregunta, respuestas a las que llegamos conversando con amigas, respuestas que leemos en distintas notas en medios de comunicación, respuestas que surgen de vivencias personales y que nos inspiran una necesidad inevitable de acabar con ciertos sufrimientos que padecemos a nivel social.
Este 8 de marzo, una de las principales razones por las que animamos a parar fue por un derecho fundamental de las personas, casi inherente a su ser, que muchas veces no se cumple, que no logramos ejercer: el derecho a elegir. Paramos porque queremos elegir, porque las mujeres nos sabemos personas autónomas y nos queremos libres. Libres de caminar por la calle solas, en cualquier momento y en cualquier lugar; libres de elegir con quién nos queremos acostar sin ser juzgadas, libres de elegir con quién queremos construir, dónde queremos trabajar, qué imagen de nosotras queremos sin tener que responder a estereotipos.
El 8M no debería ser el día de las mujeres, y marzo no debería de ser nuestro mes. Esta causa es fuerte, permanece en el tiempo, se actualiza y renace cada día. Ojalá, en algún momento, las mujeres dejemos de tener un día y de tener un mes, para poder tener una vida.
Para hablar de este día sobre motivos para parar, trajimos a ¿Por qué no te callas? a dos mujeres luchadoras, a dos mujeres en el horno, como todas las demás, que militan precisamente en Mujeres en el Horno. Hablamos, entre otras cosas, de libertades y derechos, como el aborto.
Texto: ¿Por qué no te callas?