…sobre sitios web

Radio Pedal estrena sitio web y a modo de homenaje hoy hablaré sobre tres películas en las que internet o alguna idea en su momento ridícula modifica nuestra percepción de lo que es real, nuestro acceso al mundo y nuestra vida.

Tickled (Dir: David Farrier y Dylan Reeve. Nueva Zelanda, 2016). El periodista neozelandés David Farrier decide investigar sobre un bizarrísimo sitio web que invita a jóvenes atléticos del mundo a ser atados y cosquilleados en un video a cambio de una importante suma de dinero. Lo que encuentra es una organización homofóbica, oscura y llena de nombres falsos e intenciones ocultas. El filme acompaña a David en una aventura por un universo cargado de chantajes, denuncias en su contra y amenazas para que deje de indagar sobre el “inocente” mundo de las competencias de cosquillas. El documental al principio da risa, luego incomoda y al final hasta llega a doler; como las cosquillas. Si se copan pueden hacer una búsqueda online sobre las repercusiones legales y sociales de esta película y quedar boquiabiertos toda la semana.

Catfish (Dir: Henry JoostAriel Schulman. EEUU, 2010). El fotógrafo Nev Schulman (hermano de uno de los directores) recibe una solicitud de amistad en Facebook de Abby, una adorable niña pintora de Michigan. Nev se encariña con la pibita y, charla va, presentación de miembros de la familia viene, empieza un romance virtual con la hermana de Abby, Megan. Como están en el siglo XXI, internet facilita el crecimiento del amor ya que los tortolitos pueden compartir videos, páginas web de su autoría, audios, fotos y etcéteras. Pero ¿es Megan realmente quien dice que es? ¿Abby de verdad tiene 8 años? ¿esto es un documental o sus personajes son actores que interpretan un guion? El éxito de Catfish derivó en un reality show de MTV (Catfish: the TV show) sobre la vida de gente que tiene relaciones online, los perfiles falsos, las decepciones y todas esas cosas que conviven en el fascinante ciberespacio.

We Live in Public (Dir: Ondi Timoner. EEUU, 2009). En realidad mi plan inicial era que la tercera película fuera una ficción para poder completar el combo “Documental-¿Documental?- Ficción”, pero cambié de idea. Las historias de tipos brillantes que descubrieron antes que nosotros qué sitio web necesitábamos para vivir suelen ser tan inverosímiles y fascinantes que su ficcionalización resulta, a mi entender, exagerada y cliché, siendo dos claros ejemplos The Social Network (Dir: David Fincher. EEUU, 2010) y Middle Men (Dir. George Gallo. EEUU, 2009). Así que opté por seguir apostando por la increíble “realidad”: un documental sobre Josh Harris, creador del primer canal de televisión por internet, pseudo.com.  Josh era un visionario arriesgado que se adelantó a lo que décadas más tarde sería nuestra forma de relacionarnos: un mundo en el que compartimos públicamente las más triviales de nuestras experiencias cotidianas y la aprobación virtual de desconocidos construye nuestro concepto de identidad. Por qué nadie conoce a Josh y su nombre no engrosa la lista de los capos que entendieron antes las reglas del juego, se devela en el transcurso de este documental que nos dará ganas de cerrar todas nuestras redes sociales.

 

Micaela Domínguez Prost

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