Esta semana Washington Calderón nos trae dos sonetos, uno sobre las manifestaciones mundiales de estudiantes contra el cambio climático, y otro a favor del cambio climático que nos afectó esta semana, más conocido como otoño. Habla del tiempo para no hablar de las noticias. Un soneto de ascensor. Y viendo las noticias, ¿quién puede culparlo? Para terminar se despacha con dos décimas dedicadas a Juan Sartori, que tiró la casa por la ventana en su lanzamiento de campaña.
Cien mil años jodiendo en este mundo
Cien mil años jodiendo en este mundo
lleva el Sapiens especie dominante
y en su afán de poder ese tunante
ha metido la pata muy profundo
No solo se ha cargado otras especies
ha cagado los ríos y los mares
los perjuicios se cuentan por millares
No es digno del humano que se aprecie
Pero ahora los jóvenes se hartaron
y salen cada viernes a la calle
con pancartas que dicen “nos robaron
el planeta”, atiendan el detalle:
“de sus padres la tierra no heredaron
la tomaron prestada del guachaje”
El tiempo se hace polvo en las escobas
El otoño me gusta me alucina
los árboles con hojas amarillas
las tardes de sol tibio los ladillas
que manguean pal vino en una esquina
El tiempo se hace polvo en las escobas
de las viejas que barren las aceras
en las horas perdidas en esperas
en las lonjas vitales de los riobas
El sol que nos mataba en el verano
se sienta a descansar en una plaza
que se desnuda sola, se solaza
y deja su vestido provinciano
La onda que te llega es otoñal
Es esta que escuchás, radiopedal
Décimas para Juan
La gente vino a pasear
Cien bondis pagó Sartori
camisetas y no choris
regaló para llenar
el palacio Nacional. *
Del país no sabe nada
pero dijo en la bolada
que iba a crear empleo.
Así se presenta el CEO
gastando una millonada
* Perdón, si no, no rimaba
Con la guita tiene cuerda
para montar la fiestita
con mas pompa que pompita,
pero lo agarró Pereyra
en la tele y lo hizo mierda.
Es que da pena ver cuán
desinformado está el truhán.
Si no tuviera el vento
habría sido el evento
en el Solitario Juan.
Versos y foto: Washington Calderón, versos de ocasión