Hace apenas unos meses, en noviembre de 2019, ganaba la derecha en Uruguay, sucedía un golpe de Estado en Bolivia y otros países de la región como Chile, Ecuador y Colombia atravesaban enormes crisis sociales y económicas.
En este contexto, las compañeras del colectivo feminista Minervas nos convocaban al bar Finisterre, para pensar en torno a estas cuestiones. Así surge esta actividad que se llamó “Pensando América Latina desde nosotras. Pluralidad de voces feministas”.
Si bien ya han pasado algunos meses desde que se grabó esta charla, consideramos oportuno escucharla para seguir pensando en las líneas que propone. Sobre todo desde dos ejes fundamentales para pensar el cambio de organización social y económica que ya parece inminente. Primero, desde una perspectiva feminista, que aporta claves para pensar la realidad, no solo atendiendo a los problemas de las mujeres, sino con una intención que propone la transformación social en términos generales. Y segundo, con un enclave absolutamente latinoamericano.
Desde hace algunos días, nuevos discursos y prácticas se van asomando, con poca timidez, en nuestro país. Por algún tiempo, creímos estar en una especie de isla dentro del continente, pero la realidad nos hizo abrir los ojos de golpe y nos demostró –y recordó–, una vez más, que somos un país de Latinoamérica y que por lo tanto estamos inmersos en este nuevo loop neoliberal, y que los planes que tienen para nosotros no distan demasiado de lo que viene sucediendo en la región.
Victoria Furtado, integrante del colectivo Minervas y moderadora de la charla, afirma que “pensar el Uruguay desde su enclave latinoamericano es necesario y más que nunca ahora, en este contexto. Pensar a Uruguay no como una excepcionalidad sino como un país profundamente latinoamericano en su historia y en su presente”.
Una de las expositoras, la antropóloga y docente Pilar Uriarte, propone pensar y debatir cuáles son las voces y los discursos autorizados respecto a la situación que atraviesa Bolivia. ¿Quiénes están debatiendo y cómo? ¿Qué posiciones legitiman? ¿Qué actores hablan o dan una opinión sobre lo acontecido?
Otro planteo interesante que nos propone Pilar es pensar sobre los discursos colonialistas en torno al exotismo, es decir, la romantización de un otro, distinto a la perspectiva hegemónica, colocado en un lugar desigual, que es suficiente para considerarlo bueno per se, como si no pudiera incluso estar en contradicción con sus propios congéneres, dejándolo excluido de toda posibilidad de acción política. Y si ese individuo accede efectivamente a lugares de decisión política, podrá incluso ser incuestionable por esta misma condición exotista.
Por su parte, otra de las expositoras, Mariana Fole, docente de la Facultad de Psicología e integrante del grupo de investigación “Mujeres, luchas sociales y feminismos” , invita a contemplar la perspectiva del feminismo de la diferencia. Tomar las diferencias, reflexionarlas y construir a partir de ellas. Es entonces que, nuevamente, queda explicitado por qué es necesaria la perspectiva feminista de la organización social y política; porque nos da “la posibilidad de construir un orden simbólico diferente”. Apropiándonos de la diferencia, podemos disputar nuevos sentidos, la lucha de significados es, en sí misma, lucha social.
Para finalizar la charla, la economista Mariana García abre una disputa completamente pertinente y necesaria, el conflicto: capital – vida.
Tomando el conflicto planteado por Marx, capital – trabajo asalariado, Mariana plantea que “el sostén de la vida no se agota con el trabajo asalariado, el dinero no es suficiente para sostener la vida. Hay otro trabajo, no remunerado, invisibilizado, que mayoritariamente realizamos y sostenemos las mujeres”.
Propone entonces que los procesos que tienen que ver con la vida, mencionados anteriormente, el trabajo reproductivo, el trabajo asalariado y también el planeta y la naturaleza, son las cosas que se ven atacadas en los procesos de acumulación del capital. Y justamente cuando el capital necesita reconfigurarse es sobre estos procesos de sostén de la vida sobre los que avanza y ataca. Es en estos procesos donde el capital, en su afán de obtener todas las ganancias, busca socializar las pérdidas, haciéndolas recaer en nuestros cuerpos.
Entonces, tomando el ejemplo de la lucha social de Chile, Mariana invita a cuestionarnos el modelo estructural de ataque a nuestra vida, que privatiza nuestras necesidades básicas, y ratifica: “tenemos derecho a otro tipo de vida”.
Para finalizar la charla se plantearon al público algunas preguntas:
¿Qué podemos aprender de lo que está sucediendo? ¿Cómo nos hacen espejo los procesos que están sucediendo en América Latina para pensar Uruguay? ¿Cómo atendemos lo urgente a la vez que discutimos la crisis de fondo que acontece?
Las escribimos aquí porque en momentos como estos es más que pertinente seguir pensando sus respuestas.
Texto: Lucía R Novellino y Valentina Lasalvia
Foto: Colectivo Minervas
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