En el segundo podcast de Más cerca que nunca, entrevistamos a Ana Monza, licenciada en Psicología y trabajadora en el ámbito de la educación y la salud.
La cuarentena y el distanciamiento social generan lógicas de interacción con el resto de las personas y el ambiente muy particulares. Esta situación puede afectar nuestra salud mental de diferentes maneras según los recursos que tenemos y los entornos que nos rodean, pudiendo, en muchos casos, acentuar la situación de enfermedad que viven algunas personas.
La OMS ha declarado que las personas internadas en instituciones que tratan la salud mental desde una sola óptica, como es el caso de la psiquiatría en los hospitales psiquiátricos y monovalentes, “constituyen un grupo de población vulnerable que presenta un mayor riesgo de desenlaces adversos e infecciones al convivir en estrecha proximidad con otras personas. Por consiguiente, los centros de larga estancia han de adoptar precauciones especiales para proteger a sus residentes, empleados y visitantes”.
Texto y foto: Radio Pedal y Amnistía Internacional