El Instituto Nacional de la Leche (INALE) asegura que, en 2017 y lo que va de 2018, ha habido un crecimiento de 7% en el sector. Según afirmó su presidente, Ricardo de Izaguirre, en Trazos, esto se ha dado sobre todo gracias a que el sector “ha aprendido a manejarse en épocas de secas” y a mantener una base de reservas para tiempos en los que se necesita.
Ricardo de Izaguirre cuenta que las lluvias han aparecido sobre todo en el sur, hasta ahora, y que, si siguen sin aparecer en el resto del país, podría significar alguna escasez de reservas para el invierno, por ejemplo, de forraje conservado para la alimentación del ganado. De todas formas, el 70% de la producción se concentra en la cuenca tradicional (Florida, Canelones, San José, Colonia), por lo que, por ahora, no hay mayores preocupaciones.
El presidente del INALE explicó que en los años 2015 y 2016 el sector tuvo un decrecimiento debido a la baja de los precios internacionales. Además, hubo un cambio en la demanda usual ya que gran parte de las exportaciones nacionales del sector se dirigían a Venezuela, que “desapareció del mercado” y se quedó con una deuda de 39 millones de dólares con CONAPROLE.
Sin embargo, el sector volvió a ponerse en pie y por ahora se mantiene en equilibrio, a pesar de los disturbios políticos internacionales que podrían afectarlo.
Texto: Martina Vilar del Valle
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