La semana pasada la página de facebook de Casa Vilardebó, el espacio autogestionado con fines culturales situado en la calle con el mismo nombre, sorprendió a sus seguidores con un comunicado en el que convocaban a todo aquel que quisiera prestar su ayuda a asistir a una repentina jornada de cierre que tuvo lugar el domingo.
Desde Trazos nos comunicarnos con Luciana Mocchi, una de las encargadas del proyecto Vilardebó, para que nos contara un poco más sobre los motivos del cierre.
Tras un año en este espacio, el proyecto tenía como objetivo la creación de un estudio comunitario para el barrio, un laboratorio de fotografía o una productora audiovisual entre otros, así como fue punto de encuentro para numerosos cantautores que pudieron compartir sus canciones en las jornadas de los viernes.
“Sufrimos varios ataques desde que empezamos, al principio de algún vecino”, nos contó Luciana, que argumentó también que el motivo principal del cierre es que “hace como un mes que están entrando a la casa en la noche” y no quieren que el hecho de que entren ladrones en una casa abierta provoque cierto grado de inseguridad en los vecinos del barrio.
El objetivo del pasado domingo era dejar la casa bien sellada para que “nadie más pueda entrar”, pero Luciana Mocchi hizo hincapié en que las puertas de Vilardebó están abiertas para que cualquier otro colectivo que quiera usar el espacio pueda hacerlo. “Hay luz, hay agua, si no le damos uso nosotros, que lo hagan otros. Llamen, manden mensajes y vayan a proponer cosas”, animó Luciana.
El proyecto Vilardebó sigue en pie, pero el espacio físico tardará un poco más en volver a tener forma, por lo que las actividades tendrán por ahora una pausa indefinida.