Nos acercamos a la doceava Marcha por la “Salud Mental, Desmanicomialización y vida digna”. Conversamos con Ricardo Larrañaga, jubilado, integrante del Frente Antimanicomial, un espacio político de articulación y defensa de los derechos humanos.
Los problemas de atención en salud mental en Uruguay tanto en el sistema de salud público y privado, no son una novedad. Hay Esperas de meses para tener un turno con psiquiatra, los tratamientos psicológicos con cobertura son acotados, están indicados para un perfil reducido de población y tienen que ser aprobados por juntas médicas. En la mayoría de los casos transcurren varios meses entre la solicitud del servicio y la concreción de la consulta. Esto sucede a nivel nacional.
En nuestro país la salud mental está regida por la ley 19.529 Ley de Salud Mental – promulgada en 2017– hace varios años distintas organizaciones vienen señalando que la misma no se está cumpliendo. Los conflictos en el centro Vilardebó son un ejemplo de ello.
Como ocurre con frecuencia, a las carencias estatales le hace contrapeso la organización social, distintos colectivos han tomado el tema y llevan adelante proyectos territoriales que nos muestran que la salud mental es un problema de todes, que necesitamos encararla de forma integral sin estigmas, y sin encierro.