El 7 de setiembre El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar la criptomoneda como divisa de curso legal. Ese mismo día la criptomoneda se desplomó en medio de protestas. El economista Germán Deagosto explicó en La Persiana el funcionamiento de la divisa. Deagosto expresó que una criptomoneda es un registro digital que permite transferir valor entre dos partes y que funciona con una tecnología de encriptación que habilita el anonimato en la transacción.
El economista explicó que el dinero, para considerarse como tal, tiene que cumplir con tres funciones: ser un medio de cambio, funcionar como una medida de valor (como un punto de referencia para que todos entendamos el precio de las cosas) y funcionar como reserva de valor (permite acumular valor y reservarlo hacia el futuro). Todas las monedas cumplen de forma más o menos satisfactoria esas funciones y las criptomonedas deben cumplir estas funciones para constituirse como tales.
En los últimos años han florecido un sinfín de criptomonedas. Deagosto comentó que el bitcoin es una de ellas y su popularidad se explica, en parte, por ser una de las primeras. La particularidad de esta moneda es que funciona en forma descentralizada: no está regulada por ningún ente centralizado. Muchos ven en esto la principal ventaja del bitcoin.
Algunas personas lo eligen para estar fuera del radar o para no pasar por un intermediario. La contracara de esta falta de regulación es la incertidumbre legal que genera. Al no existir un tercero al que reclamarle, no hay ninguna entidad que pueda mediar si se genera un conflicto en torno a esta moneda. Lo que muchos ven como su principal virtud, otros lo ven como su principal defecto.
Para Deagosto, otra ventaja que muchos perciben en el bitcoin, es que por código su emisión es limitada. Desde el 2008 y especialmente a partir de 2020 los bancos centrales del mundo han emitido mucho dinero para paliar la crisis. Y cuando eso sucede se corre el riesgo de que ese dinero pierda valor y se genere inflación. Esta tendencia genera mayor interés sobre el bitcoin que al tener una emisión limitada, porque corre menor riesgo de desvalorización.
En relación a las reacciones negativas que generó la adopción de la moneda en El Salvador, Deagosto dijo que algunos de los problemas de la adopción del bitcoin, que pueden explicar su debut turbulento como divisa oficial en ese país, se vinculan con las propias características de esta moneda. Por un lado, para la gente es difícil entender qué es el bitcoin porque no es el papel moneda al que estamos acostumbrados, no es una moneda tangible. Por otro lado, esta moneda requiere una infraestructura tecnológica para poder ser utilizada. Por ejemplo, para usarla se requiere que los comercios tengan acceso a la red. Y otra barrera a su adopción es que se trata de una moneda muy volátil. Esa volatilidad puede ser absorbida por grandes inversores pero para la mayoría de las personas no es fácil planificar su economía con esos niveles de fluctuación en la moneda.