Casi se termina el año y “Fue cantando que crecí”, la columna sobre Historia coordinada por Jimena Alonso y Javier Correa Morales, se despide antes que el resto:
“En esta oportunidad, hablaremos sobre el proyecto ‘La casa de Luisa Cuesta’, pensado y llevado adelante por la Comisión Memoria, Justicia y Contra la Impunidad de Soriano, desde setiembre de este año. Quienes conducimos la columna lo acompañamos como docentes universitarios, en el marco de las actividades de extensión.
Luisa Cuesta nació en Montevideo en 1920, y con apenas cinco años se trasladó a vivir al departamento de Soriano, donde residió hasta mediados de la década de 1970. La casa de Luisa en Mercedes, fue lugar de reunión, de encuentros, de debates, de varias generaciones. Su hijo Nebio, comenzaba a militar también allí, hasta su traslado y posterior desaparición en Buenos Aires, en 1976. La vida de Luisa y las historias de esa casa, quedaron invisibilizadas por su posterior accionar en las luchas por los Derechos Humanos y las denuncias de los crímenes y horrores cometidos por la última dictadura uruguaya. Con este proyecto queremos recuperar las experiencias transitadas en esa casa, a partir de la memoria individual y colectiva de quienes compartieron con Luisa y Nebio en Mercedes.
Quienes tengan algún recuerdo, objeto, foto, de la casa de Luisa en Mercedes y quiera compartirlo, nos pueden escribir a lacasadeluisa21@gmail.com”.
En la primer parte de la conversación, estuvo presente Jacqueline Gurruchaga, integrante de la Comisión Memoria, Justicia y Contra la Impunidad de Soriano.
Texto: Jimena Alonso y Javier Correa Morales.