Dos amigos de 22 años emprendieron una travesía en bicicleta por el interior de Uruguay durante un mes. Antes de este desafío, habían realizado un trayecto más corto: estuvieron tres días en el departamento de Florida, como una especie de prueba. Luego, visitaron Trazos para conversar sobre cicloturismo y otros temas.
Agustín Labadie y Martín Castro salieron de Montevideo, por la ruta 181, llegaron a Sierra de las Ánimas, Lavalleja, luego a Río Branco, Treinta y tres, a la Quebrada de los cuervos y bordearon San Gregorio de Polanco. Asimismo, recorrieron varios pueblos y localidades.
Agustín cuenta que le adjudicaron al viaje el nombre Conexión interior. Se le ocurrió a Martín por los conceptos de “conectar con los departamentos del interior” y de “conexión propia”: “Estás con uno, porque hay días que pedaleás seis horas en las que no hablás con el otro y estás cinco horas con tu cabeza a pedal y reflexionás un montón de cosas”.
Ambos relatan que establecieron un tiempo pautado de un mes, ya que querían ir rápido, pero con esta meta, así podían permanecer una jornada completa en la capital de un lugar, desde las siete de la mañana a las siete de la tarde.
Existe un “compromiso de ser uruguayo, con las raíces, encontrarlas; llega un momento en el que no podés ser extraño al lugar donde vivís, hay que comprometerse y conocer a la gente”, cuenta Martín sobre la experiencia de decidir visitar el interior.
Por otro lado, Agustín dice que la bicicleta “es una buena forma de empezar una conversación”, a la hora de establecer un primer contacto con los lugareños.
En un almacén de Tacuarembó su dueño les dijo: “Ahora no nos vamos a ver nunca más, pero a las órdenes”. Estos pequeños gestos son los que ellos rescatan y valoran una vez de vuelta en Montevideo, con su mochila repleta de vivencias, sensaciones y personas nuevas que formaron parte de su estadía.
De esta pintoresca nota, el consejo de Agustín resume uno de los porqué de utilizar el medio de transporte de dos ruedas: “Que la gente se anime a hacer estas cosas. No se requiere tanto. No necesitás tener una máquina, no necesitás entrenar, solo disposición, ganas y, con suerte, buena compañía”.
Los invitamos a escuchar la entrevista completa aquí:
Texto: Catalina Saibene