Laura Azambuya Espinosa es usuaria de los refugios dispuestos por el MIDES, a la vez que participa en la Olla de Radio Pedal como parte de la organización. Para ella es fundamental el lugar que tienen las ollas actualmente ya que, por un lado, brindan una alimentación superior a la que se ofrece en los refugios y, por otra parte, permiten generar nuevos espacios y proyectos entre quienes se acercan a ellas.
La reglamentación tan rígida en los horarios de los refugios hace que, quienes asisten a ellos, se vean obligades a salir durante la mañana y tener que esperar hasta la noche para poder volver a entrar. Este horario se puede superponer con los horarios que manejan las ollas populares y quienes asisten a ambos espacios se ven obligados a tener que elegir entre una u otra opción. “Dormís en la calle y comés bien en las ollas, o tenés una cama y un techo”, explicó Laura. También afirmó que “a veces, no está bien coordinada la información de los informativos con la realidad”: por ejemplo, se aseguró que los refugios pasan a ser de 24 horas por tres días por la alerta meteorológica, “y no fueron tres días, al segundo largaron a la gente a la calle y con frío polar”.
Para Laura, el acercamiento a la olla popular también hizo posible que pudiera formar parte de una incipiente colectiva de costura, donde buscan poner en común herramientas y saberes para generar productos que signifiquen un ingreso para las participantes. Laura plantea que este tipo de espacios son necesarios para brindar las oportunidades necesarias, las salidas laborales para poder encontrar un camino propio. “De esta salimos todos juntos, sino no salimos”, aseguró.
Texto: Trazos