El fútbol femenino del Uruguay atraviesa un momento histórico en materia de militancia, resistencia y activismo. Las jugadoras se manifiestan reclamando por derechos y condiciones laborales dignas. Actualmente, el diálogo con AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol), MUFP (Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales) y dirigentes de clubes deportivos se ve interrumpido por la falta de respuestas.
Nervios de pies repiqueteando. La ansiedad, la entrada en calor. Se hacía de noche en la mutual uruguaya de futbolistas profesionales, lugar donde el lunes 3 de julio de 2023, las jugadoras profesionales de primera y segunda división de nuestro país se autoconvocan para alzar su voz. “Exigimos igualdad de oportunidades y acceso a instalaciones adecuadas, recursos y apoyo financiero”, reclaman las gurisas en su proclama. Con éstas acciones las futbolistas invitan a los peces más grandes a ver el problema y tomar acciones, ni la disparidad en el acceso a escenarios principales, la falta de condiciones óptimas para el desarrollo de los entrenamientos, y de oportunidades laborales dignas para mujeres y disidencias dentro de los cuerpos técnicos, parecen ser una obviedad para quienes toman las definiciones en cuanto a la distribución de recursos.
Se cuelga una bandera, también conocida como trapo, con la siguiente leyenda: “Tu amor a la camiseta es trabajo no remunerado. Igualdad de derechos. Salario, salud, equipamiento. Basta de invisibilizar el mismo deporte. Fútbol femenino.” En las calles cortadas, que ofician de tribunas, la casaca que llevan puesta es la misma, la de todos los cuadros, la que marca la historia. Y para cambiar la historia, estas pibas tienen presente que van a salir a gritar con fuerza: “no vamos a seguir tolerando: entrenar en condiciones lamentables, ni en canteros o plazas públicas. Utilizar vestuarios sin las mínimas condiciones de infraestructura e higiene. Que tengamos que pagar para poder jugar, costeándonos los traslados y en algunos casos hasta los directores técnicos e indumentaria. Que los clubes no costeen los gastos médicos en caso de lesiones”. Hoy todas patean al mismo arco porque para ellas la cosa es nítida, “pelota=pelota”.
Las sillas están completas. En el salón de la mutual no entran más botines. La proclama se lee a estadio lleno. Se nombra la importancia de las coberturas mediáticas para que el fútbol, que se ve en todos los medios de comunicación, no sea en la mayoría de los casos protagonizado por hombres. Quizá si las coberturas fueran más inclusivas, más niñes en Uruguay pueden soñar con ser profesionales del deporte, teniendo como ídolas a nuestras propias jugadoras. Y ahora, con el cuadro más organizado y firmes paradas en la cancha, se invita a que los responsables de estas faltas que merecen tarjeta, puedan irse al entretiempo con ajustes técnicos, tácticos para mejorar.
Texto: Noah
Fotos: Valeria Amaro Martínez
Proclama completa acá.