Es verano. Lo sabemos porque el ciberuniverso dispara sin piedad toneladas de fotos de atardeceres (#nofilter), tragos con mucho hielo y limón y patitas en la arena. Pero no todo es alegría bajo el agobiante sol. En nuestro Recomendame una peli de hoy: gente que no pasa tan bien en las vacaciones.
The Man Who Knew Too Much (“El hombre que sabía demasiado”. Dirección: Alfred Hitchcock. Reino Unido, 1934).
Bob y Jill están de vacaciones en Suiza con su hija, Betty. Ahí se hacen amigos del francés Louis, quien recibe un disparo mientras baila con Jill. Antes de morir, Louis le pide a Bob que entregue a las autoridades unos documentos re importantes. Porque resulta que Louis era un espía que estaba intentado evitar el asesinato de un político. Bob se dispone a cumplir con el último deseo de su nuevo y difunto amigo, pero ahí lo llaman unos tipos y le dicen que secuestraron a Betty y que se deje de pavadas si no quiere que su hija muera. En fin, unas vacaciones de relax. Veintidós años más tarde, Hitchcock realizó una nueva versión de la película en Estados Unidos que, según él mismo, está bastante mejor y contiene varios cambios de tono y guion (están en Marruecos en vez de en Suiza, la hija pasa a ser un hijo, el final es distinto, etc).
¿Quién puede matar a un niño? (Dirección: Narciso Ibáñez Serrador. España, 1976).
Tom y Evelyn (embarazada de siete meses) son una pareja de turistas que decide pasar unas tranquilas vacaciones en la ficticia isla de Almanzora. Cuando llegan se dan cuenta de que todo está un poco raro. El lugar parece haber sido abandonado de repente, con comida carbonizándose en los hornos y cosas a medio terminar. Al rato empiezan a ver a algún que otro niño en la vuelta y al principio se llenan de ternura, hasta que Evelyn ve a una nena matando salvajemente a un viejo. Y es que los pibitos de la isla tienen un virus raro que hace que quieran asesinar a cuanto adulto se les cruce.
Stand by Me (“Cuenta conmigo”. Dirección: Rob Reiner. Estados Unidos, 1986).
Cuatro jovenzuelos con distintas trabas emocionales y traumas saben que sus vacaciones van a estar complicadas porque sus personajes están basados en la novela corta The Body, de Stephen King. La historia transcurre durante el verano de 1959, en un pequeño pueblo de Oregón, y arranca cuando los púberes en cuestión deciden ponerles un poco de pimienta a sus interminables días emprendiendo la búsqueda del cadáver de un chico de su edad que se encontraba desaparecido. La aventura está llena de problemas, aprendizajes y crecimiento, y la amistad en esta imperfectamente adorable pandilla se fortalece mientras caminan siguiendo la vía de un tren, una de las imágenes más icónicas del cine de los ochenta.
Texto: Micaela Domínguez Prost
