La fecha de caducidad que alguna vez pareció no existir se hace cada vez más nítida. Lo que nos encantaba de la otra persona ahora nos resulta insoportable. El final parece inevitable pero seguimos adelante, tal vez por falta de iniciativa, o por miedo, o por aferrarnos al deseo de que todo mágicamente mejore. Hoy en “Recomendame una peli”: parejas en crisis.
The Ice Storm (Dirección: Ang Lee. Estados Unidos, 1997)
Corre el año 1973 en Connecticut, Estados Unidos. Al revoltoso clima político y social se suman los conflictos particulares en las dos familias protagonistas, los Hood y los Carver, que están atravesando una etapa que incluye alcoholismo, infidelidades, experimentaciones varias y una importante pérdida de rumbo. La noche de Acción de Gracias las parejas que encabezan ambas familias acuden a una cena que termina siendo una “key party”: los hombres dejan las llaves de sus autos en un bol, las mujeres agarran una llave al azar y se van con el dueño del auto en cuestión para intercambiar parejas y divertirse. Pero no es tan fácil pasarla bien cuando hay tantos problemas a punto de explotar. Mucho menos si justo hay tremenda tormenta de hielo.
Force Majeure (Dirección: Ruben Östlund. Suecia, 2014)
Una familia sueca tipo (madre, padre, nene, nena) va a disfrutar de unas agradables vacaciones de esquí en los Alpes suizos. Mientras están almorzando en un restaurante en la montaña, llega una avalancha. La madre agarra a los pibes e intenta protegerlos. Al padre, su instinto de supervivencia lo deja mal parado: sale corriendo solo, abandonando a su familia entre la nieve. Al final nadie sale herido físicamente, pero el haber visto el egoísmo con el que reacciona su esposo y padre de sus niños ante un peligro removerá muuuuchas cosas en la cabeza y el corazón de la confundida mujer. Y la estadía paradisíaca en un lugar hermoso se convierte en un pesadillesco “te echo en cara tal cosa, me retrucás recordándome algo que hice mal hace mil años, te respondo más tarde porque llegaron los pibitos y tenemos que fingir que nos queremos”. Al mismo tiempo, hay amor, una historia juntos, una familia y ganas de arreglar las cosas y que todo vuelva a ser como antes. Pero, ¿es posible?
L’ultimo bacio (Dirección: Gabriele Muccino. Italia, 2001)
Carlo tiene 29 años, una novia (Giulia) a quien ama y con la que convive desde hace ya bastante tiempo, un trabajo estable y unos amigos medio conflictuados, pero simpáticos. Todo parece ir bien hasta que Giulia queda embarazada y Carlo empieza a demostrar que le falta mucho para poder asumir responsabilidades de una persona adulta. ¿Entonces qué hace nuestro querido Carlo? Oh, claro que sí, se zambulle por completo en la inmadurez coqueteando con una pibita de 18 años y saliendo a hacer cosas de adolescente con ella. ¿Logrará Carlo dejar de ser un gil en algún momento? ¿Qué tiene que pasar para que lo consiga? Hagan sus apuestas.
Texto: Micaela Domínguez Prost
