Larga vida a los objetos

Club de Reparadores de Montevideo es un evento itinerante de reparación colectiva que busca promover la restauración como estrategia para el consumo responsable y la práctica de la sustentabilidad, alargando la vida útil de los objetos y evitando que se conviertan en residuos. Dos de sus integrantes, Mariale Ariceta y Santiago Comesaña, visitaron Radio Pedal y nos contaron sobre el trabajo del club.

Club de Reparadores de Montevideo es un evento itinerante de reparación colectiva que busca promover la restauración como estrategia para el consumo responsable y la práctica de la sustentabilidad, alargando la vida útil de los objetos y evitando que se conviertan en residuos. Dos de sus integrantes, Mariale Ariceta y Santiago Comesaña, visitaron Radio Pedal y nos contaron sobre el trabajo del club.

Motivados por la experiencia de un colectivo de reparadoras en Buenos Aires, realizan el primer evento en noviembre de 2016 en el marco del Festival Internacional de Innovación Social (FIIS), desde esta primera vez a hoy suman un total de ocho jornadas de reparación colectiva.

Aproximadamente entre cuarenta y sesenta objetos son reparados en cada actividad, usando diversos materiales y técnicas. Se comparten habilidades en costura, electrónica, zapatería, joyería, pegamento, carpintería, bazar, software, entre otros rubros y oficios. La consigna es clara: hacer juntos la tarea, promoviendo el contacto entre los sujetos, la comunicación y el aprendizaje colectivo, recuperando no sólo los objetos sino también los vínculos.

El club se nutre y cobra sentido gracias al aporte de las personas en cada edición, participantes de diversos lugares, edades e intereses, que acercan sus objetos para reparar y transitan por la experiencia de aprender junto con los reparadores cómo hacerlo. La variedad de perfiles es un elemento presente, con jóvenes participantes de quince años hasta adultos mayores de setenta. Se invita también a los niños a que participen, fomentando desde una edad temprana la importancia de reparar y dar nuevas oportunidades y usos a los objetos.

Mariale cuenta: “Se armó un colectivo increíble. Lo lindo es que ninguno nos conocíamos, nos fuimos conociendo en la medida que iban llegando, que íbamos promocionando, contando esta historia que queríamos lograr. Distintos colectivos de reparación o personas, individuos con las ganas de sumarse en habilidades […] hoy vamos cambiando de vez en vez, somos doce, somos ocho, somos catorce, somos veinticinco, lo lindo es que siempre está abierto el club para que vaya creciendo”.

Santiago tiene quince años, es el integrante más joven del grupo y uno de los reparadores especializados en software: “La gente tiene esa tendencia de decir no me sirve, lo tiro, ya está, me compro otro. Y eso es negativo”. Cuenta que el colectivo se desarrolla en un ambiente saludable: “El club en sí es muy bueno para uno, porque es un ambiente tan distendido, tan laxo, que cura todos los males, por lo menos en ese tiempo”.

Cuando la gente llega a los eventos, se inscribe en una mesa de entrada y se le pregunta cuánto tiempo hace que el objeto está roto y si tiene alguna historia particular. También se pesa el objeto, esto se debe a la importancia de registrar la cantidad de peso que se evita enviar al vertedero.

Mariale menciona la importancia de rescatar las historias que hay detrás de las cosas, objetos con trayectorias que acompañan experiencias de vida y que tienen muchas veces, no solo un sentido práctico en la vida de los sujetos sino un sentido afectivo.

Esta experiencia, innovadora en nuestro país, encuentra exponentes también novedosos a nivel mundial, situación que se evidencia en el primer encuentro de colectivos de reparación llevado adelante en Londres durante octubre de 2017, instancia en la cual se compartieron avances a nivel de documentación y pautas sobre obsolescencia programada y se designó el día 21 de octubre como el día mundial de la reparación.

Club de reparadores de Montevideo invita a participar en una experiencia diferente, peculiar, vincular y resignificante, que interpela de manera silenciosa nuestras prácticas de consumo, el uso de las cosas y el tiempo, el cuidado del entorno y especialmente el lugar que les damos a nuestros vínculos, historias y aprendizajes cotidianos.

Texto: Colectivos

Fotos: Club de reparadores x Montevideo

 

Enterate más del colectivo escuchando la entrevista completa aquí:

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