Hablamos con el director de un centro preparado para desarrollar el trabajo científico, equipado con materiales que propician la tarea científica, con profesionales que buscan el camino de la ciencia y estudiantes que se involucran con ella. Todo esto ocurre en una escuela rural de Las Violetas, Canelones.
A 4 km de la ruta 5, en el departamento de Canelones, se encuentra la escuela rural N° 88 Alfred Nobel. Desde 2012, Darío Greni Olivieri es maestro y director de esa escuela en la que fue alumno de niño, así como también lo fueron su padre y su abuelo, lo que potencia el vínculo afectivo que tiene con esta institución. Además de haber recibido diferentes menciones y premios por su trabajo docente, Darío es uno de los 50 postulantes para el premio internacional Global Teacher Prize 2019, de la fundación Varkey, que premia a docentes por apoyar a generar cambios en las vidas de los estudiantes de todo el mundo.
Con sus alumnos de sexto año y la maestra y los niños de quinto, se llevan adelante varios proyectos en los que, en palabras de nuestro invitado, “los niños son los agentes que llevan adelante la investigación”. Darío describe los proyectos que están llevando adelante, por ejemplo, el del análisis de la calidad del agua del arroyo Canelón Chico a partir del índice biótico y el del cultivo de algas en un fotobiorreactor para producir fertilizante orgánico. Menciona diferentes instituciones que apoyan el trabajo en ciencias en la escuela y sobre cómo los alumnos se involucran, trabajan en equipo, se comprometen y, sobre todo, construyen ciudadanía.
¿Cuál es el secreto que hay detrás de la forma de trabajar ciencia en la escuela 88?, ¿en qué radica el éxito de las propuestas que los docentes llevan adelante? La entrevista al maestro Darío da respuesta a estas y otras interrogantes, pero, fundamentalmente, se centra en dar a conocer cómo desde una escuela se desarrolla y fomenta el espíritu científico en los niños uruguayos.
Texto: (H)ablando ciencia
Imagen: Pixabay
