Decolonizar la polenta y sus grumos

¿Colón? ¿Colonizar? ¿Colonialidad? ¿Colonialismos? ¿Poscolonial? ¿De-colonizar? ¿Des-colonizar?… ¿De qué estamos hablando?  En esta oportunidad nos proponemos revolver estos términos para dilucidar su ambigüedad y sus grumos y darle sabor a nuestro plato del día.

Nuestro manifiesto nos encuentra agrumadas con nuestras compañeras del 33º Encuentro Plurinacional de Mujeres, en el que más de 50 mil mujeres marcharon por las calles de Trelew, Argentina, con gritos, cánticos, danzas, exigiendo las reivindicaciones más sentidas de todas las mujeres y diversidades sexuales.

Escuchamos la voz de Luzmilla Carpio con su tema “El agua cristalina es vida”, en ocasión de la lucha por el agua y la recolección de firmas realizada durante meses para derogar mediante referéndum la ley de riego.

Las voces de “Cuchá, meté cuchara” nos ayudan a preguntarnos: ¿hay colonialismos hoy?, ¿qué puede ser colonizado?, ¿cómo podemos descolonizarnos?

Nos proponemos revolvernos entre colonialidad y poder, colonialidad y saber, pensamiento decolonial.

¿Quién sabe qué y quién no? ¿Y por qué?

¿Qué conocimiento es reconocido como tal? ¿Y cuál no lo es?

¿Qué conocimiento se ha hecho parte de las agendas oficiales? ¿Y cuál no?

¿Quién es reconocido como poseedor del conocimiento? ¿Y quién no lo es?

¿Quién puede producir conocimiento?

¿Quién puede performarlo? ¿Y quién no?

Descolonizar el conocimiento implica entender que todos hablamos de un tiempo y un lugar específicos, de una realidad y una historia específicas. No hay discursos neutrales. Cuando los académicos blancos afirman tener un discurso neutral y objetivo, no están reconociendo que ellos también escriben desde un lugar específico, el cual por supuesto no es neutral ni objetivo ni universal, sino dominante. Ellos escriben desde un lugar de poder. Una mujer negra dice que es una mujer negra, una mujer blanca dice que es una mujer, un hombre blanco dice que es una persona. La blancura, al igual que otras identidades en el poder, no se menciona.

Escuchamos momentos, cánticos extraídos de marchas feministas, nos revolvemos entre feminismos negros, celebramos la aprobación de la Ley Trans. Entre Krudas Cubensi y Sudor Marika nos proponemos descolonizarnos juntas, en movimiento. Nos dejan polenteadas para seguir revolviendo hasta el próximo encuentro.

Texto: Polentas Grumosas

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