Colectivo Marielle Franco. Ele Não

En una nueva edición de Colectivos recibimos a Camila Dos Santos y Cristina Justo, del colectivo Marielle Franco, un grupo de mujeres brasileñas residentes en Uruguay que decidieron organizarse en respuesta al crecimiento de la figura de Jair Bolsonaro en la política del vecino país.

El contexto

El 7 de octubre se celebraron elecciones en Brasil. Estos comicios de alcance nacional y estadual tuvieron como propósito elegir la fórmula presidencial (presidente y vicepresidente), el Congreso Nacional y Gobernadores y Asambleas Legislativas estatales. El resultado de mayor resonancia fue la primacía del candidato presidencial Jair Bolsonaro, afiliado al derechista Partido Social Liberal (PSL), que se llevó 46% de los votos emitidos. El domingo 28 de octubre, Bolsonaro, se enfrentará en una ronda de ballotage al segundo candidato más votado, Fernando Haddad, representante del Partido de los Trabajadores (PT) que en la primera ronda de elecciones logró 29% de los votos.

El crecimiento y potencial llegada a la presidencia de Bolsonaro, quien manifiesta abiertamente sus inclinaciones militaristas, conservadoras y anti minorías, pone en riesgo muchos de los avances logrados en materia de derechos en el país. Afortunadamente, al desconcierto inicial que provocó el amplio respaldo que venía logrando el candidato, sucedió una masiva respuesta, propulsada por mujeres brasileñas, que se conjugó en la campaña Ele Não. Este movimiento, surgido en las redes sociales, a partir del grupo de Facebook Mulheres Unidas Contra Bolsonaro, integrado millones de brasileñas, tuvo su correlato en las calles en una manifestación realizada a fines de setiembre que congregó a miles de personas en diferentes ciudades del país. El movimiento Ele Não también alcanzó repercusiones fuera de fronteras.

Una unidad que trasciende fronteras

En este contexto surge en nuestro país el colectivo Mariella Franco, integrado por unas 10 mujeres brasileñas residentes en Uruguay que decidieron unirse y organizarse contra la candidatura de Bolsonaro.

El colectivo surgió a partir de un grupo de amigas que compartían un perfil de militancia y ante la necesidad de manifestarse, decidieron comenzar a realizar acciones de protesta de este lado de la frontera. Comentan que fue la necesidad de luchar y de estar juntas lo que impulsó la creación de la agrupación.

Camila y Cristina cuentan que es difícil mantener una colectividad lejos del país de origen, pero afortunadamente han logrado contactar con muchas personas afines a los propósitos del colectivo que colaboran con el movimiento. El primer acto público, a partir del que se consolidaron como colectivo, se realizó el 30 de setiembre en la plaza Líber Seregni y logró una amplia convocatoria y repercusión mediática.

El perfil del colectivo es de mujeres feministas, pero explican que el grupo no está abierto solo a mujeres. Es la necesidad del momento, de apoyarse y protegerse, la que lleva a las mujeres a unirse, porque los ataques de Bolsonaro van directamente a mujeres, en particular a mujeres negras, a homosexuales y a personas trans.

La necesidad de conformar un frente unido las lleva a entablar contacto con mujeres movilizadas en otros países. Cuentan que tienen un grupo donde intercambian experiencias con colectivos de mujeres de Estados Unidos, Europa y Asia. También reciben apoyo del colectivo Ni una menos de Argentina.

La situación brasileña y los riesgos asociados a la candidatura de Bolsonaro

Sobre la situación de su país, evalúan el crecimiento político de Bolsonaro como un proceso complejo que empieza a conformarse con el impeachment de Dilma en abril de 2016. La destitución de la presidenta, representante del PT, se sustentó en una acusación de violación de la ley presupuestal y de estar involucrada en episodios de corrupción del caso Lava Jato. Al día de hoy, estas acusaciones no han sido probadas; sin embargo, culminaron con su remoción del cargo y la consecuente asunción de Michel Temer. Poco tiempo después, el ex presidente Lula, antecesor de Dilma y líder histórico del PT, fue encarcelado por acusaciones de corrupción, también en el marco de la investigación Lava Jato. Tampoco en este caso hay pruebas concluyentes contra Lula.

Las invitadas consideran que estos acontecimientos dan cuenta de tres fenómenos muy riesgosos que están teniendo lugar en Brasil. Por un lado, el alto protagonismos que adquiere el Poder Judicial en la resolución de asuntos políticos, rol que pone en riesgo los procesos democráticos, porque cuando la ley no es igual para todos, la democracia se vuelve complicada”, afirman. Por otro lado, estos sucesos forman parte de un proceso de deslegitimación del PT en el que los medios de comunicación tradicionales de Brasil jugaron un rol clave, con una clara parcialización de la información transmitida, y con un gran poder de influencia sobre parte de la sociedad, que no está asimilando la información que recibe en forma crítica. Finalmente, advierten de un riesgo asociado a la fuerte vinculación entre política y religión, y denuncian especialmente la influencia evangelista en los asuntos públicos y la opinión de las personas, a través de una legitimación del desconocimiento de los derechos de la gente en nombre de dios. Este contexto estaría habilitando el ascenso al poder de una figura como Bolsonaro.

Comentan las invitadas que los riesgos asociados a este candidato no solo tienen que ver con su discurso de odio y su impronta militarista, sino también por sus propuestas en materia de economía, trabajo y protección social.

Sobre estos últimos temas, tal vez menos difundidos, destacan la figura de Paulo Guedes, asesor económico del candidato presidencial y su futuro ministro de Hacienda en caso de que gane las elecciones, quien  manifestó sus intenciones de pasar las empresas estatales a manos privadas, en una clara política de minimización del Estado. También se anunció desde la candidatura de Bolsonaro la intención de eliminar la licencia por maternidad y el décimo tercer salario (aguinaldo) y la no participación del Estado en la generación de empleo.

En cuanto a la impronta militarista del candidato, mencionan cierto desconcierto frente a la negación o el olvido de una parte del pueblo brasileño de lo que fue la dictadura militar en ese país (1964-1985). El desconocimiento de aquellos sucesos es la única explicación que encuentran para que los símbolos y sentidos propios de esa época, que Bolsonaro incorpora en su discurso, sean aceptados y hasta reivindicados por sus votantes.

Finalmente, en relación con el discurso de odio propulsado por Bolsonaro, advierten que a esta altura el plano discursivo está cediendo paso a la acción. Muchas personas o grupos con inclinaciones fascistas se sienten respaldados para ejercer violencia por el aval que encuentran en estos discursos que se hacen públicos en boca de un candidato presidencial. Algunos casos conocidos son el asesinato del maestre de capoeira Moa do Katendê, que fue asesinado a cuchillazos en un bar el día de las elecciones tras haberse manifestado favorable al PT; la agresión a una joven que caminaba por la calle con una remera con la frase Ele Não” a manos de un grupo de neonazis que la golpearon y le dibujaron una esvástica en el cuello con un cuchillo y las amenazas de muerte a la hermana de Marielle Franco de parte de un votante manifiesto de Bolsonaro. A estos hechos hay que sumarles el asesinato de una mujer trans a manos de cuatro seguidores de Bolsonaro, que se produjo días después de la entrevista.

De cara al futuro

El resultado de la segunda vuelta de las elecciones en Brasil aún es incierto, pero la fuerza que cobró el ultraderechista Bolsonaro en esta primera vuelta pone un gran manto de duda sobre las posibilidades de derrotarlo en su carrera presidencialista.

Las integrantes del colectivo Marielle Franco prevén que si el candidato del PSL se consagra como nuevo presidente, Uruguay va a recibir una importante oleada migratoria de brasileñas y brasileños opositoras y opositores al régimen. Es por eso que la intención del colectivo es nutrirse y hacerse de herramientas para poder recibir a esas personas y apoyarlas en su llegada a Uruguay.

Prevén que las personas que lleguen van a necesitar contención y apoyo en los planos psicológico, financiero y jurídico. Su intención es ayudarles a que tengan una vida digna, puedan acceder a un empleo y lograr una inserción satisfactoria en la sociedad uruguaya. Entienden que para lograrlo van a requerir también apoyos locales, y se proponen ir tejiendo esas redes.

En el plano más inmediato prevén realizar una actividad el día de las elecciones (28 de octubre) que probablemente sea una vigila. Por más información del colectivo y sus actividades se las puede contactar a través de su grupo de Facebook: Colectivo Marielle Franco

Te invitamos a escuchar la entrevista en que, además de los temas mencionados, las compañeras comentan su perspectiva sobre los movimientos sociales en Uruguay y en Brasil y comparan la cobertura de la prensa sobre la situación de Brasil en un país y otro.

Texto: Colectivos

Foto: Cobertura colaborativa MediaRed

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Conocé más del contexto político brasileño en estas notas:

Columna contexto político de Brasil ( Daniel Cuitiño)

Situación en Brasil y la actualidad de la política latinoamericana

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