Miomio # 1 Desenmascarándote individualismo

Miomio # 1

Para descarrilar esto que de manera común llamamos “realidad”, se nos hace inevitable preguntarnos por la relación que establecemos con el entorno y especialmente con las otras personas y vidas. A esta relación nosotras la nombramos experiencia, es sobre ésta que hemos trabajado los últimos años y es desde aquí que damos inicio a un proyecto colectivo de podcast y textos que nombramos Miomio. Dentro las diversas dimensiones que implican a la experiencia, en Miomio nos concentramos en una en particular, el individualismo.

Desenmascarándote  individualismo

Acá hay cosas que están mal, no todas, pero hay cosas que están muy mal, demasiadas personas viven en situaciones que no son dignas, nuestros modos de vida material están arrasando con todo. Estamos ensimismados en lograr proyectos individuales exitosos, mi casa, mi tesis, mis ganas de tenerte, mi estabilidad emocional y mi gym están por encima de todo. Mi outfit, mi redes, mi serie favorita, mi cerveza artesanal y mis vacaciones se han vuelto motores para vincularnos y configurar nuestras vidas. 

Con Miomio queremos compartir la intuición de que existe una base que hace posible el despliegue de esta manera que tenemos de vivir, esa base es el individualismo. Un modo de vida que privilegia al individuo, una manera particular (hay otras) de existir, relacionarnos, percibir, proponer, pensar, hacer, sentir, proyectar, desear, de organizar lo político, las instituciones y los vínculos. El individualismo implica la fórmula dualista, característica de la occidentalidad, en donde se asume al sujeto separado del entorno (quizás el meollo del asunto) y a la cultura por fuera de la naturaleza. El individualismo nos propone tomar decisiones restringidas a la esfera personal, desatendiendo las implicancias de nuestras decisiones y acciones en el resto de las personas y entorno. “Primero tengo estar bien conmigo misma, para después estar bien con las demás”

Cuestionar al individualismo no es negar que cada existencia tiene su singularidad. 

(también abordaremos esto)

“El potencial para atraer dinero y crear abundante riqueza no reside en tu trabajo, tus circunstancias personales, ni siquiera en tu economía. Reside dentro de ti.” Entre los defensores del individualismo (lo que habitualmente llamamos derechas) encontramos al liberalismo, su “libertad” individual y su derecho a la propiedad privada, claves para el despliegue del capitalismo, que para expandirse necesita convertir nuestras vidas en posibles mercados, imponiendo la competencia y el enfrentamiento entre tú y yo, para ganar y progresar. Los proyectos individuales están por encima de los colectivos y del resto de las vidas, la exigencia de superación es constante, las relaciones son instrumentales, incluso en la escala de la intimidad: “compra la guía de los cuatro tips para tener tu mejor orgasmo”. 

En Miomio queremos desentrañarlo y desmenuzarlo. 

¿Qué implica esto de suponer que “existimos” separadas del entorno?¿Cómo vivimos el individualismo y lo justificamos? ¿Cómo lo sufrimos y lo hackeamos? Busquemos en las cosmovisiones, en las historias, en lo político y en la economía, en la herencia occidental moderna y su construcción de ideas y lenguaje. Hablemos de nuestras propiedades privadas y de los procesos de individualización empujados por un mercado que nos hace sentir únicas. Reconozcamos lo que nos pertenece y no prestamos: mi amor, mi bici, mi perro, mis vacas y mi peluche. Lo que cuidamos: como me ven los demás, mi tiempo, mis ideas, mis seguidores, mis likes y mi cutis. “Mi ganas de que te guste este texto”

Para modificar nuestras vidas no podemos reducirnos a pensar en términos filosóficos teóricos totalizadores y abstractos. Como hemos hecho con los feminismos y otras reivindicaciones, tenemos que revisarnos a nosotras mismas, acá, ahora, abordar la escala de lo personal, de la intimidad y desde ahí cambiar nuestras prácticas comunes, que incluyen el pensar. El temblequeo del patriarcado comenzó y hoy es una reivindicación de muchas, muchos y muches. Los feminismos han instalado un deseo colectivo por desentrañar esta forma de vida, creemos que está bueno desear lo mismo con el individualismo. Sabemos que estamos en el horno, que pensamos y hacemos desde adentro, que nosotras somos individualistas y tú también. Como somos parte de este engranaje queremos intentar crear un detector localizador biónico de los canales de nuestra experiencia por los cuales se propaga el individualismo, para después hacer juntes lo que podamos, no es fácil esto.

Para no quedarnos exclusivamente regodeándonos en la crítica y en el eterno laberinto del blablabla, tenemos que reconocer y plantearnos propuestas concretas que den posibles alternativas a este ego alimentado por el individualismo insaciable. Para transmutar tenemos que mover las maneras de percibir, sentir y desear, y para lograrlo, entrenar y para entrenar hay que hacer, intentar, hacer, intentar y mover nuestros cuerpos más profundos y por qué no miserables, ser ¡¿valientes!? para transformar las relaciones con “nuestras cosas” y permitirnos ya no ser más solo tú, ni tuya, ni mía, ni yo mío, ni tú o tuyo, ni miomio. 

-Este texto es mío, Cecilia Graña.

-No Federica Folco, es mío.

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