Maestras feministas. La marea que invade la colmena

En nuestro país, al igual que en la región y en el mundo, los movimientos feministas vienen aflorando y cobrando creciente visibilidad en diversos ámbitos. Paradójicamente, el ámbito educativo, donde se produce una parte considerable de nuestra socialización, y que además se caracteriza por un claro predominio de mujeres en los puestos de enseñanza, no se ha visto fuertemente conmocionado por estos movimientos.

Es en este contexto que surge Maestras Feministas, un grupo de maestras que se encuentran en una necesidad común de problematizar las prácticas docentes desde una mirada que cuestione la reproducción de los estereotipos de género en la infancia. Sobre esto conversamos con Cecilia Buglioli y Cecilia Bernik.

A pesar de que el 94% del personal docente de los centros de educación inicial y primaria pública son mujeres, al acercarse el día del paro internacional de mujeres, el 8 de marzo, el gremio de magisterio no había definido si adherir o no. Varias maestras se sintieron tocadas por esta falta de posicionamiento y comenzaron a intercambiar sobre el tema. Aunque esta inquietud no derivó en la adhesión sindical al paro, sí fue puntapié para la consolidación de un espacio de reflexión y creación colectiva que coloque la mirada feminista sobre las prácticas educativas.

Actualmente son alrededor de 30 maestras participando activamente del colectivo, que tras el 8M, definió continuar reuniéndose y profundizando en el conocimiento interpersonal y en la conformación de una mirada conjunta.

Desde ese entonces, los diferentes encuentros que han tenido les han permitido avanzar en procesos individuales y colectivos de resignificación de las prácticas desarrolladas en el ejercicio docente que tienden a reproducir los estereotipos de género.

A modo de ejemplo, enuncian una serie de prácticas frecuentes, cómo separar filas de nenas y varones o diferenciar los tipos de túnicas con lazos para las niñas y con botones para los niños, pero también una serie de gestos mucho más sutiles, que se cuelan –incluso en aquellas maestras comprometidas con el feminismo– como por ejemplo, solicitar ayuda de los varones “que son más fuertes que las nenas” para mover un banco.

Es en el proceso de erradicación de este tipo de prácticas donde encuentran el aporte del colectivo, que a partir del pienso y la reflexión conjunta, habilita la posibilidad de identificar, nombrar y transformar estas acciones cotidianas.

Respecto a la apertura a nuevas integrantes, comentan que se trata de un colectivo abierto y que procura habilitar diversas formas de participación, de modo de contemplar las diferentes posibilidades que tenga cada una. Entienden que una de las fortalezas del colectivo es generar un espacio de participación para muchas compañeras que pueden verse atraídas por las temáticas de género pero que, tal vez, no se sientan convocadas a otras temáticas, y por eso no se acercan a otros espacios de participación más tradicionales.

También están interesadas en sostener y promover el intercambio con otros colectivos. En este sentido destacan lo enriquecedor de los intercambios que han venido manteniendo con el Centro de Estudiantes de Magisterio, donde encontraron muchas compañeras que están abordando activamente las temáticas de género.

En cuanto al sindicato de magisterio, reconocen su importancia para el gremio docente, y destacan que varias compañeras del colectivo también participan activamente de este espacio. Sin embargo, también mencionan que es un ámbito donde se hace difícil abrir terreno para las discusiones de género –aunque reconocen algunos avances en la materia–, y donde priman ciertas lógicas de participación diferentes a las que promueve el colectivo.

A este respecto señalan que muchas veces, los gremios sindicales, así como los partidos políticos, están cargados de una lógica de funcionamiento asociada a lo masculino, donde prima la no escucha, la ausencia de construcción colectiva, el cierre de puertas a las generaciones más jóvenes o la omisión de ciertos temas, y que estas lógicas operan independientemente de si los cargos de poder son ocupados por varones o por mujeres.

Sobre este y otros temas, como el posicionamiento en relación al lenguaje inclusivo, el vínculo con las familias, los recursos de las maestras y los recursos de los centros educativos, versó la charla con Maestras Feministas. Dale click al audio y conocé más de este colectivo.

Texto: Colectivos

Imagen: Maestras Feministas

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