Entre balas de goma y gases lacrimógenos, se aprobó la reforma previsional impulsada por el gobierno de Mauricio Macri en Argentina.
El jueves 14 de diciembre se levantaba la sesión en el Congreso de la Nación por presión popular, aplazando la votación de la reforma para el lunes 18 de diciembre. Más de 8 horas de represión con resultados atroces que incluyeron agresiones a diputados de la oposición, detenciones y heridos.
La jornada del jueves solo fue el preámbulo de lo que sucedería 4 días después. Desde el mediodía del lunes organizaciones sociales, políticas y sindicales se hicieron presentes frente a un Congreso vallado para manifestarse en contra de la medida impopular, el cuerpo legislativo comenzó a sesionar a las 14 horas luego de obtener el quórum necesario para funcionar.
Mientras la Policía Federal comenzó a reprimir las primeras líneas de manifestantes que se agolpaban frente al vallado, desde algunos edificios comenzaron a caer gases lacrimógenos hacia la multitud con el fin de dispersar a las personas que allí se concentraban.
Bajo el argumento de que las fuerzas represivas se vieron superadas en su accionar, comenzó el operativo por parte de la gendarmería, que esperaba la orden para avanzar por las calles laterales y que, con vehículos militarizados, emboscó a grupos de personas que se agrupaban en los alrededores. En este momento se daban las escenas más dantescas de persecución, que incluían golpes, balas de goma y una sucesión de detenciones arbitrarias.
Una maratónica represión que duró más de 12 horas dejó como resultado a más de 200 heridos y a más de 60 detenidos. La jornada de lucha contra el ajuste continuó en la noche con un masivo cacerolazo en varias partes de la ciudad. Cerca de las 7 de la mañana la reforma estaba aprobada con 127 votos a favor, 116 en contra y 2 abstenciones. (Si querés saber qué votó cada diputado hace click acá)
¿Por qué miles de argentinos están dispuestos a enfrentarse 2 veces en una semana al aparato represivo estatal? Porque no están dispuestos a dejar impune, sin más, una ley que perjudica a 17 millones de personas (jubilados, discapacitados y familias de bajos recursos). Por lo mismo que el gobierno está dispuesto a apalear los cuerpos, porque tiene la experiencia de que el pueblo los puede frenar. (Si querés saber en qué consta la reforma previsional te recomendamos hacer click acá)
¿Por qué no nos es ajena la lucha? Porque la ley aprobada en Argentina es el resultado de políticas económicas que avanzan en la región, que apuntan a una transferencia de recursos desde los sectores más carenciados hacia los más privilegiados. Porque mientras festejamos préstamos sociales, los jubilados se endeudan y porque no es necesario un partido político que lo explicite, hay que leer la realidad.
Porque la sección “internacional” es solo una forma de alejarnos, porque El Observador sigue incluyendo en su titular “grupos radicales de izquierda provocaron serios incidentes” y El País no duda en afirmar “ataque planificado en el centro de Bs. As.”. Porque la derecha no va a llegar, ya está acá.
Texto: Valentina Machado y Manuel Viera
Fotos: M.A.f.I.A
Para saber más acerca de la situación en Argentina te recomendamos leer en Cosecha roja, La tinta, La vaca y Revista Anfibia.