¿Hay algo en común entre el género del flamenco y la clave del candombe? ¿Se puede candombear el flamenco? ¿Se puede fusionar el candombe con las bulerías? Estas son algunas de las preguntas que le hacemos al percusionista Joaquín Bértola, quien cuenta sobre su investigación: Candomberías. Esta palabra, compuesta por candombe y bulerías, refleja la fusión rítmica que propone.
Para poder comprender esta fusión, Joaquín explica que el flamenco es un estilo musical que nace en Andalucía con la conjunción de muchas culturas (oriental, africana, gitana, española…) y que está compuesto por diversos palos. Se le llama palo a los diferentes estilos musicales que conforman el flamenco, como por ejemplo, las bulerías, las alegrías, los fandangos, los tangos, etc. La base rítmica de algunos de estos palos tiene la particularidad de tener 12 tiempos, lo que los aleja de nuestra sensibilidad rítmica, ya que la música latinoamericana está compuesta mayoritariamente por compases de cuatro tiempos. Joaquín también desarrolla las características del candombe y hace hincapié en las raíces africanas, que lo hermanan con el flamenco.
Asimismo, explica cómo hacer de las bulerías algo fusionable con el candombe: tuvo que pensar las bulerías con menos cantidad de tiempos. Así, mediante un proceso de reducción métrica, las lleva a tres tiempos, lo que las acerca a la base rítmica del candombe. Por su parte, también el candombe puede reducir sus tiempos de cuatro a tres. De esta manera, Joaquín logra fusionar ambos estilos musicales.
En la entrevista se puede disfrutar de la explicación que nuestro invitado desarrolla, de manera lúdica y didáctica, fusionando el sonido de su cajón flamenco con nuestras palmas.
Pero podrían preguntarse: ¿por qué un uruguayo muy familiarizado con el candombe se llega a interesar por el flamenco? Joaquín cuenta que su amor por la música surge desde su infancia, lo que lo llevó a estudiar, primero, saxo y, posteriormente, percusión. Pero fue recién en su estadía en Barcelona donde se acercó al flamenco, una vez que, según dice, logró entenderlo. Al regresar a Uruguay, continuó estudiando flamenco y se vinculó con grandes músicos y bailaores nacionales.
En la entrevista comenta las características de la movida flamenca en Uruguay y cómo continúa su investigación. Nos habla de la Escuela de arte flamenco, Zambra, donde se dan clases de baile, de percusión y de compás, y, además, se investiga en estos temas. “Hoy en día, el percusionista tiene que estudiar mucho, no se trata solo de tocar por instinto, sino también, de estudiar”, afirma Joaquín.
En la charla con el percusionista, no solo pudimos aprender las particularidades del candombe y del flamenco, y, en particular, de las bulerías, sino que nos invitó a entender que la fusión trasciende lo estrictamente musical porque enriquece nuestra cultura general, permitiendo ensamblar diferentes culturas a través de la música. Juega con la posibilidad de ir un domingo a los tambores y escuchar, junto con la clave del candombe, los palos del flamenco.
Disfruten de las candomberías de Joaquín Bértola aquí.
No se pierdan la polirritmia de esta entrevista.