Construcción alternativa: botellas de plástico llenas de arena

En los campamentos de refugiados saharauis, en el sureste de Argelia, el joven ingeniero, Tattah Lehbib, está revolucionando el sector construcción mediante la introducción del plástico como ítem de edificación. Se trata de casas hechas exclusivamente de botellas de plástico, es decir, residuos.

En los campamentos de refugiados saharauis, en el sureste de Argelia, el joven ingeniero Tattah Lehbib está revolucionando el sector construcción mediante la introducción del plástico como ítem de edificación. Se trata de casas hechas exclusivamente de botellas de plástico, es decir, de residuos.

Aunque el objetivo que subyace a la innovación es buscar una forma que permita reciclar las botellas de plástico, la idea es también reducir los efectos de las temperaturas estivales, que superan los 50 grados, así como bajar los costos de la construcción.

Según Tattah, su alternativa otorga una construcción liviana, aislante y de gran confort térmico.

Consciente de que se trata de una población refugiada, cuyas fuentes de ingreso dependen de la ayuda humanitaria, el ingeniero pone énfasis en los costos, y sostiene: “La abundancia de la materia prima —residuos— y su sencilla colocación disminuyen drásticamente los costos si lo comparamos con las formas tradicionales”. Es decir, se eliminan los costos y se evita que las botellas que no son material biodegrable sean quemadas. La novedad de la nueva construcción es su aporte al medio ambiente mediante el reciclaje y el uso de lo que dispone el medio. Tattah afirma que de esta forma “los pobres pueden reciclar y dar uso a materiales que si no se aprovechan pueden generar graves problemas de polución”.

La construcción alternativa logra resolver problemas propios de climas extremos, como las lluvias torrenciales o las tormentas de arena, tal como es el caso del desierto argelino, donde están ubicados los campamentos de refugiados saharauis. “En este caso buscamos reemplazar el adobe como material base de la construcción por el plástico, que resiste el agua y las tormentas gracias al razonable espesor del techo y de las paredes”, explica el ingeniero.

Con estas ideas,Tattah, logró que su iniciativa formara parte de las 3.000 innovaciones que elige la ONU anualmente para apoyar, lo cual ayudó a que la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en los campamentos financiara la ampliación del proyecto mediante la construcción de 25 cuartos.

La visibilidad que dieron grandes medios de comunicación —El País, la BBC, Cadena Ser, etc.— a la iniciativa de Tattah lo llevó a pensar en su realización a gran escala (hospitales, escuelas, etc.) y en la posibilidad de exportarla a otras zonas con similares características climáticas y de desarrollo, donde la necesidad de superar el déficit habitacional es urgente.

 Texto: Abdo Taleb Omar

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