Las infancias deben ser protegidas, contenidas durante el crecimiento y amparadas ante la vulneración de sus derechos.
Un sacerdote de la Catedral de Minas fue imputado por abuso sexual a menores de edad y atentado violento al pudor a inicios de febrero de 2021.
La fiscal Tania Vidal de 1° turno de Lavalleja solicitó la prisión preventiva, entendiendo que su permanencia en libertad puede perjudicar la investigación. La solicitud no fue tenida en cuenta por la jueza letrada de Lavalleja de 4° turno.
Según informa Fiscalía de la Nación la jueza “dispuso el deber de fijar domicilio, la presentación una vez por semana en la seccional policial del domicilio y la prohibición de acercamiento y comunicación con las víctimas en un radio de 500 metros por 90 días”.
El dictamen fiscal explica que el sacerdote mantenía una relación de amistad desde 2014 con una mujer, madre de tres hijxs. El vínculo cercano entre ambxs ocasionó que el sacerdote visitara asiduamente la casa, concurriendo con alimentos y bebidas alcohólicas que consumían frente a lxs hijxs de la mujer.
En setiembre de 2019 las dos hijas de la mujer le contaron a su hermano mayor lo que estaban viviendo y él presentó la denuncia en Fiscalía.
Actualmente el sacerdote se encuentra suspendido de sus funciones religiosas y reside en la ciudad de Salto, lugar en donde también desempeñó tareas vinculadas a la Iglesia.
La semana pasada, el 14 y el 16 de febrero, hubo dos intervenciones frente a la Iglesia de Salto, organizadas por colectivas feministas que denunciaron la protección y el refugio que se le está brindando al sacerdote. Al tiempo que la misa transcurría el domingo, el megáfono nos recordaba que los hombres abusadores que integran la Iglesia transitan impunes de la mano del Estado.
Línea telefónica para denunciar situaciones de abuso, atendida por personal de la Unidad de Víctimas y Testigos de Fiscalía de la Nación: 092 423 522
Horario de atenciòn: de 10 a 17 h
Texto: Pedal
Foto: Tomada de redes sociales