Es viernes de “Recomendame una peli” en Radio Pedal y en esta oportunidad mencionaré tres películas que se enmarcan en el género “road movie”, es decir, historias a lo largo de un viaje.
La estructura narrativa se centra, por lo general, en la evolución de los personajes a medida que aumentan los kilómetros recorridos. Suelen estar acompañadas por una banda sonora aceptable, una elegante fotografía y buenas actuaciones. Pese a esto, muchas veces los guiones se exceden en ambición, caen en lugares comunes o pretenden dejar una enseñanza de vida (que nunca fue exigida) al espectador, por lo que tampoco es que está todo garantizado. Dicho esto, aquí están las tres recomendaciones.
La primera es Everything is illuminated (Dir: Liev Schreiber. EEUU, 2002), película basada en una novela autobiográfica de Jonathan Safran Foer, el protagonista de la historia, un estadounidense judío coleccionista de recuerdos familiares que pretende viajar a Ucrania para conocer más acerca de una mujer que aparentemente salvó la vida de su abuelo durante la ocupación nazi. No sabe manejar y no habla el idioma por lo que va a necesitar que Álex, un chico ucraniano de su edad, su abuelo un tanto renegado y el gran perro Sammy Davis Jr. lo trasladen y guíen en un taxi. La relación entre ellos, claro, no comienza de la mejor manera, pero ya sabemos qué género cinematográfico estamos mirando. Ah, y dan muchas ganas de buscar el soundtrack de la película en Youtube.
Seguimos por una más conocida, Little Miss Sunshine (Dir: Jonathan Dayton y Valerie Faris. EEUU, 2007) que narra el viaje de costa a costa estadounidense de una familia disfuncional para llevar a la más pequeña a un concurso de belleza. El padre está absolutamente comprometido con el desarrollo de su carrera profesional (la cual pareciera no terminar de despegar nunca), la madre está cargada de paciencia, el hermano adolescente no habla hace ya un tiempo por un juramento, el tío viene de un intento de suicidio y el abuelo está con ellos porque lo expulsaron de un geriátrico por vender y consumir heroína.
Tensiones entre los personajes, problemas con la combi y hasta una crítica a los estereotipos de belleza que se construyen e inculcan desde muy temprana edad. Por suerte no falta el humor.
Por último, una película argentina nueva y difícil de conseguir, pero que vale la pena buscar. Camino a la Paz (Dir: Francisco Varone. Argentina, 2015) me encantó, así de simple. Tal vez esté sesgado porque la protagoniza Rodrigo de la Serna (lo quiero mucho) que interpreta a un desempleado que opta por poner su auto como remís para generar ingresos. A las pocas semanas, un hombre mayor musulmán mendocino (Ernesto Suárez) le propone pagarle una importante cantidad de dinero si lo lleva hasta La Paz, Bolivia.
Excelentes actuaciones (hasta la del perro), hermosos paisajes no conocidos de Argentina, Vox Dei de fondo y un guión que comprende que la historia no promete nada nuevo desde el vamos (dos personajes de personalidades opuestas que tienen que hacer juntos más de mil kilómetros) pero se las ingenia para darnos algo nuevo y al mismo tiempo esquivar el gran problema del género: la ambición. Muy muy bien.
Enzo Domínguez Prost
