Pop para divertirse

No es nada nuevo. Hay una pulseada que es necesario ganar con urgencia: la desnaturalización. A diario, la humillación, la mediocridad y la violencia entre líneas se camuflan bajo los escenarios más comunes.
Columna de opinión

No es nada nuevo. Hay una pulseada que es necesario ganar con urgencia: la desnaturalización. A diario, la humillación, la mediocridad y la violencia entre líneas se camuflan bajo los escenarios más comunes. Las mujeres hemos incorporado con triste éxito un mecanismo que nos hace dudar cada vez que estamos ante una situación que nos hace ruido. Por dentro se dispara el modo automático: “No es para tanto, estás exagerando”. Convivimos con eso, pero los daños colaterales corren para ambos lados.

Hace unas semanas, dos jugadores de la juvenil sub 20, Agustín Canobbio y Santiago Mele, fueron invitados al programa que se emite por internet en Pop Tv, Locos por el fútbol. Mientras transcurría la charla de bienvenida, los tres conductores hacían comentarios en broma pero subidos de tono que los jóvenes recibían riendo aunque bastante extrañados. Además de ocupar contundentes lapsos de tiempo con comentarios autorreferenciales, con el festejo de los chistes propios y sin dejar hablar a los invitados centrales, las preguntas, incómodas y banales, demostraron muy poco respeto por los chiquilines, que sí tenían la intención de hablar de su carrera como futbolistas.

“¿Cómo viene la mano? ¿Están lastimando mucho?”, preguntó uno de los conductores, indagando si estaban recibiendo muchos mensajes de chicas en las redes sociales. “La mujer es loca por el ‘te amo’ de una”, señaló otro, quien a continuación se dedicó a exponer una serie de teorías para combatir la asociación conceptual de mujer-policía: “Estás en un asado y te pide que le mandes foto”, entonces, “nosotros, los ‘tíos viejos’, te vamos a pasar unos pasos: te sacás unas cuantas fotos acostado, las guardás en el almacén y después le mandás cuando te pregunte”, sugirió.

Hasta entonces, el programa podría haber tenido más o menos nivel, o haber sido más o menos desagradable. Pero siguió acentuando una postura: reproducir estereotipos de género.

“La hija de Gustavo juega más que Gustavo [risas]. Metió dos cuadros europeos, cosa que el padre nunca pudo”, comentó uno de los conductores en alusión al futbolista Gustavo Badell y al éxito de su hija, Yamila Badell. “Cuando tu hija juega mejor que vos al fútbol es terrible. Que tu hijo varón juegue mejor que vos te debe dar orgullo pero que tu hija mujer [juegue mejor]  no, te mata”, fue la apreciación que hizo más de una vez. Y a nadie le resultó raro.

Desglosar esa afirmación da a entender que ser mujer es espejo de lo secundario, es estar en segundo plano, es no estar a la altura. Si un varón juega mejor que el padre, da orgullo; que lo haga la mujer, no. Porque de alguna forma las expresiones cotidianas han enseñado que “jugar como una nena” es sinónimo de algo malo. No conozco a Gustavo Badell, pero dudo que se avergüence de su hija por haber llegado más lejos que él en su carrera.

Lo que siguió a lo largo del programa fue un tétrico formato de pingpong en que los futbolistas invitados se sometieron a preguntas privadas, por ejemplo cuántas veces “la pusieron” desde que llegaron a Uruguay, si es verdad que “las coreanas estaban incogibles”, si se masturbaron estando en Corea —y cuántas veces— y algunas preguntas más en esa línea que se supone que es humor y debe hacer reír. Ni hablemos del daño y la presión que este tipo de pensamientos genera en los varones, con estrictos límites sobre qué decir, de qué reirse y hasta qué (no) sentir.

Las reacciones de Mele y de Canobbio, de 19 y 18 años, respectivamente, fueron contra todo pronóstico y casi que, inconscientemente, boicotearon el programa. Dieron poca entrada, fueron respetuosos y se divirtieron, pero siempre marcando la cancha a lo que parecía un asado de veteranos en lugar de un programa de televisión responsable. Como repetía inocentemente el personaje de Capusotto cuando se le reprochaban sus comentarios fascistas; “Yo solo hago pop. Pop para divertirme, nada más”.

 Texto: Sofía Umbre

http://www.poptv.uy/locos-por-el-futbol/video/santiago-mele-y-agustin-canobbio

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